Quienes desarrollamos nuestro trabajo, durante muchos años, en el mantenimiento de las redes e infraestructuras de abastecimiento de agua de la MCP, y teníamos que hacer frente a múltiples situaciones derivadas de estiajes y/o averías en líneas principales, en algunos casos en situaciones críticas, recibimos con alivio la consecución del nuevo suministro a través del sistema de Canal de Navarra/Tiebas. Nos iba a permitir no estar tensionados ante incidencias por caudales disponibles en los períodos estivales de máximo consumo y, sobre todo, ante averías recurrentes en la principal línea de suministro en esas condiciones, como era (y es) la única tubería proveniente del sistema embalse de Eugui/planta de Urtasun de 800mm. Tubería que ya contempla los 47 años de edad y sus averías puntuales se generan cada año, en varias ocasiones, y siempre con el riesgo de un posible desplazamiento en laderas que lleve a intervenciones que, por su necesario tiempo, conlleven a serias afecciones al suministro general. Posibilidad que algunos parecen olvidar o minusvalorar.

Al establecerse el sistema Tiebas permitía que, ante esas posibilidades reales, el abastecimiento pudiese seguir perfectamente garantizado: 3 puntos principales de suministro, interconectados.

Como es bien sabido, este sistema, al ser desarrollado para coger el agua de obras “muy atacadas” (embalse de Itoiz y Canal de Navarra), tuvo una entrada peculiar. Inaugurado en el año 2006 (hace 17 años), se le mantuvo con funcionamientos más que testimoniales (por no decir sin uso en los años iniciales) hasta hace pocos años. Pero, al menos en período de máxima demanda, se tenían los tres suministros en marcha en los períodos críticos (Tiebas sólo se utilizaba en esos meses), para hacer frente de modo inmediato a cualquier problema.

Resulta que ahora (aprobado en junio de 2022) deciden que sólo funcionen 2 plantas durante todo el año. Durante 7 meses el binomio Eugui-Urtasun/Manantial Arteta-Eguillor, y durante los 5 meses del período considerado estival (junio-octubre) el binomio Eugui-Urtasun/Tiebas. Es decir, se anula en el período más crítico el disponer de los 3 puntos para hacer frente, de modo inmediato, a una emergencia. Y digo lo de la inmediatez por cuanto volver a poner en marcha una potabilizadora –si se quiere dar el agua en las debidas condiciones– no es de hoy para mañana. Puede llevar semanas. Además, la anulación de Eguillor conlleva a llevar el suministro hacia su zona de abastecimiento habitual. Es decir, operaciones de cambios en los sistemas, con cambios de sentido de flujo y presiones cada vez que se establezca un sistema u otro, que pueden llevar a problemas de todo tipo. Como imagino que ya los habrán sufrido, no creo que nadie salga a desdecirme. Además de la necesidad que habrán tenido de establecer algún nuevo bombeo para poder seguir suministrando a las zonas que, por cota, no les llegaría el agua.

Hoy ya puedo leer (en la noticia que me ha llevado a escribir esto) la patita escondida del caudal de la regata Udarbe (a la que vierte el manantial), como otro fundamento para paralizar la planta de Eguillor (caudal no utilizado que alimentará a la regata). Nada que objetar, siempre y cuando se informase de que se seguirán usando caudales de entidad para generación eléctrica en la central de Arteta y, sobre todo, que la planta podría seguir funcionando con caudales muy inferiores (los reducidos irían a esa regata), cerrando su paso hacia el sistema central de la comarca (que seguiría abastecido desde los otros 2 puntos), sin tener que haber construido nuevas instalaciones, sin la problemática (costes y posibles repercusiones) de los cambios de sentido de flujo de agua, manteniendo el sistema ideal de funcionamiento de las tres plantas para, realmente –si, además, se hace todo el año– tener plenas garantías de mantenimiento continuo del abastecimiento a todo el ámbito de MCP ante cualquier emergencia. Podría desarrollar más los aspectos técnicos pero tengo límite de espacio para publicación. Sí les digo que no entiendo nada de esta decisión. No le veo ninguna ventaja, y sí riesgos notables que, espero, no tengamos que sufrir.

El autor es exjefe de mantenimiento en MCP/SCPSA