Ya no podemos más. Llevamos más de 10 años solicitando que el servicio de transporte de ambulancias mejore. El servicio sigue siendo ineficiente. Ni con licitación, ni como empresa pública; las ambulancias no dan el servicio que las personas que acuden a diálisis necesitan.

Las personas que acuden a hemodiálisis de los 3 centros de Navarra, Hospital Universitario de Navarra, Clínica Universitaria de Navarra y Hospital Reina Sofía de Tudela, llevamos años sufriendo la mala atención, las largas esperas, los retrasos, las averías, rutas imposibles, horarios eternos y un largo etcétera de problemas que no se han solucionado con la nueva creación de la empresa pública.

Necesitamos una organización adecuada y un diseño de las rutas en función de las necesidades de los pacientes. Que contemple las realidades puntuales como problemas de tensión o de hemostasias (coagulación de la sangre) largas, sin tener que esperar casi una hora a que llegue una nueva ambulancia para trasladar a la persona a su domicilio. Que evite estar fuera de casa 8 horas o más, para un tratamiento de en torno a cuatro horas y media. Que nos deje y nos recoja con un tiempo prudencial para evitar esperas que se hacen eternas tras una sesión. Que no nos paseen por la geografía navarra…

Más de una ambulancia tiene problemas con los estribos para acceder al interior del vehículo. Arguyen que estribo es un tema puntual debido al polvo y el agua que forma una capa de barro que impide la salida del estribo. Desde Alcer Navarra consideramos que no será tan ocasional, cuando hay varios chóferes que han comprado taburetes de plástico para que haga las veces de estribo y facilite el acceso de los pacientes a la ambulancia. Así la 74, 77, 79, 87, 88, 96, 98, 124, 139… a lo que se suma, problemas en los frenos, cinturones de seguridad, calefacción, holguras en las puertas y hasta puertas con agujeros.

Algunos de los sucesos más recientes de las ambulancias, es que en un día, 4 de ellas son retiradas del servicio por unas grúas. Otro de los casos es que a un paciente, y nunca mejor dicho lo de paciente, le piden agua para echar a la ambulancia porque se calentaba el motor. Esto después de haberle tenido al paciente 1 hora esperando a la ambulancia.

A primeros de año Alcer se reunió con representantes sindicales de las ambulancias para trasladar las preocupaciones de los pacientes, y salimos con la sensación de que están más por la labor de los problemas de los trabajadores que de los pacientes. Y así seguimos.

Si la sanidad está centrada en el paciente y en la toma de decisiones compartida, de lo que hay libros llenos, pero no se cuenta con nosotros ni para recoger opiniones, ni para detectar los defectos en los vehículos, ni para participar con aportaciones que mejoren un servicio que nos ata a la vida (en una comisión de seguimiento, por ejemplo), ni se atiende a nuestras reclamaciones –porque también hay problemas con las hojas de reclamaciones–, y seguimos esperando a que Salud nos llame para preguntarnos los problemas que tenemos, ¿es porque somos ciudadanos de segunda?

El autor es presidente de Alcer Navarra, en representación de la Junta Directiva de Alcer Navarra