Sí, como leen. El pasado jueves, en el Pleno del Parlamento de Navarra, UPN votó en contra de los trabajadores y trabajadoras de Sunsundegui. En eso es en lo que se convirtió su infantil pataleta en contra del Partido Socialista a cuenta de la moción de censura en el Ayuntamiento de Pamplona. En un voto en contra del mantenimiento y desarrollo de la empresa.

El consejero de Industria había presentado un proyecto de ley para la concesión de un préstamo de 4 millones de euros para la empresa alsasuarra dada su falta de liquidez coyuntural, de forma que pudiera seguir desarrollando su actividad con normalidad, hasta que comience a hacerse realidad –en ventas y, por tanto, en ingresos– el convenio firmado con la empresa sueca Volvo para el carrozado de parte de sus autobuses y autocares.

Y UPN votó en contra. Sí, UPN votó contra sus casi 400 trabajadores actuales. Porque el proyecto de ley no era para dar un apoyo implícito ni explícito al Gobierno. No, no se trataba de eso. UPN pretendió castigar al Gobierno con una torticera y errónea estrategia –su voto en contra–, que a quien castigaba realmente era a la población de la Sakana.

Siempre se ha dicho que una imagen vale más que mil palabras. ¡Qué decir en los tiempos que corren! Vivimos en la época de la imagen…

¿Y qué mejor que unas cuántas imágenes para entender lo que habría supuesto la no aprobación del proyecto de ley para ayudar a Sunsundegui?

¿Recuerdan los anuncios publicitarios de la Dirección General de Tráfico para eliminar la ingesta de alcohol cuando se iba a conducir, intentar reducir la velocidad de los conductores, o reclamar una mayor atención cuando se estaba al volante?

Imágenes impactantes, duras, casi, diría, crueles, en los que se simulaban accidentes de un enorme impacto visual que no dejaban indiferentes a nadie, pues eran realmente angustiosas. Su realismo era tal que parecían grabadas en hechos verídicos.

¿Recuerdan los anuncios publicitarios en contra del tabaquismo con imágenes impactantes, duras, casi, diría, crueles de diferentes órganos del cuerpo humano como boca, laringe o pulmones completamente ennegrecidos, tumefactos, gangrenándose, para convencer a la población de abandonar una práctica tan negativa, tan nociva como el fumar?

Pues ahora cavilen, lectores, dejen volar libremente por unos instantes su imaginación para visualizar las consecuencias que habría tenido la no aprobación de este proyecto de ley. Es decir, visualicemos todo lo negativo que habría podido acarrear, como hacía la publicidad que he mencionado anteriormente, para llegar a la conclusión de que había que hacer lo contrario. En este caso, frente a las nefastas consecuencias que habría tenido no amparar esta ley, apoyar, lógicamente, su aprobación. Lo que no hizo UPN, apoyarla.

Yo visualizo una nave cerrada y abandonada. Varias decenas de personas deambulando a su alrededor, con las manos en los bolsillos, y cabizbajas, sin hablar entre ellas; otras cuantas apoyadas contra la pared exterior de cualquier bar de Altsasu o de Etxarri mirando al infinito, como preguntándose ¿y ahora qué?; y algunas más, sentadas en las oficinas del Servicio Navarro de Empleo, esperando su turno para ser atendidas.

En fin…

Los lunes al sol para toda la Sakana. Ese fue el castigo que quiso infringir UPN a esa parte de Navarra, que no al Gobierno de nuestra comunidad.

Porque la no aprobación del proyecto de ley habría supuesto, ya al margen de la imaginación de cada cual:

1. La probable entrada de Sunsundegui en concurso de acreedores, con la más que probable pérdida de credibilidad de la industria en la región.

2. Consecuentemente, no sólo no se crearían los puestos de trabajo previstos –en torno a 300–, sino que se destruirían los empleos existentes actualmente, tanto los directos como los indirectos en diferentes proveedores de Sunsundegui establecidos en la zona.

3. Desaparecería la aportación socioeconómica a Navarra tanto en términos de empleo como de gasto a proveedores y contribución fiscal.

4. Indudablemente, se produciría un deterioro considerable del ecosistema industrial de la zona, no pudiéndose descartar el arrastre hasta el concurso de acreedores de otros proveedores de la comarca.

Los lunes al sol para toda la Sakana. Eso fue el voto de UPN. 

El autor es parlamentario de Geroa Bai