Somos un grupo de familias de Landagain Eskola (Etxalar) e Irain Eskola (Lesaka) que a través de este escrito queremos transmitir nuestro enfado, frustración e impotencia ante el proceso de elección de jornada que se ha llevado a cabo en nuestra escuela y demás escuelas públicas, por el que nuestros hijos/as deberán volver a la jornada partida en el siguiente curso escolar.

Sobre esto, nos gustaría comentar varios aspectos:

1. No vamos en contra de lo que piensan otras familias; partimos de que toda opinión con respecto a cada jornada es muy personal y respetable. Es el proceso el que está manipulado.

2. Las condiciones del proceso de elección de jornada han sido oscuras e injustas, encaminadas seguramente a los intereses del Gobierno. ¿Cuáles son?

3. Para que la jornada continua pueda implantarse, se ha exigido que 3/5 del censo de las familias haya votado a favor. ¿Por qué este porcentaje? ¿Por qué no una mayoría simple, tal y como se hace en todas las votaciones democráticas? ¿Qué razones hay detrás de todo esto? Desde luego, pedagógicas no.

4. El señor Gimeno había prometido modificar las condiciones injustas de este proceso. ¿Qué le ha llevado otra vez a hacer caso omiso a todas las fuerzas educativas e implantar estas condiciones injustas y abusivas, además para cuatro cursos de la vida de nuestros/as hijos/as? ¿Actuaría de la misma manera si fueran los/as suyos/as?

5. La normativa ha exigido a las escuelas imparcialidad, es decir, que los equipos directivos y profesorado de cada centro no podían opinar sobre cada jornada y desde luego, ha ejercido presión para que así fuera. ¿Pero acaso no son los profesores/as de nuestros/as hijos/as los/as más indicados/as para transmitir lo que se vive en un tipo de jornada y en otro? ¿A alguien se le ocurre decidir sobre un tratamiento médico u otro sin saber y confiar en lo que opina su médico? Estamos locos/as si así lo hacemos.

6. En muchos de los centros que no han conseguido rebasar el 60% requerido para el cambio de jornada, la diferencia del porcentaje obtenido sobre el número de votantes y el del censo ha llevado a no respetar lo que la mayoría de las familias desea, que es que sus hijos/as tengan una jornada continua. Es decir, que el voto de aquellos/as que no han votado ha originado que el porcentaje final haya bajado significativamente, como es en el caso de Landagain, en Etxalar, que aun y todo, lo conseguiría si se tratara de una votación simple. Todos y todas tenemos derecho y responsabilidad en una votación, por lo que el/la que quiera participar en los resultados, debería de votar.

7. En Etxalar, han sido 18 votos en contra y 34 a favor de la jornada continua (casi el doble). El porcentaje obtenido es del 65% y si contamos con los/las no votantes del 58%. ¿Cómo se puede entender que no se respete lo que una mayoría desea y tengamos que volver a la jornada partida en nuestra escuela? ¿Qué hubiera pasado si la valoración de votos fuera a la inversa y la jornada partida hubiera necesitado un 60% del censo?

8. En Lesaka, votaron 103 de los 112 censados. 55 votos fueron a favor de la continua, 45 para la partida y 3 votos en blanco. Si se hubiera tenido en cuenta a los votantes, Lesaka tendría el 53,4% de los votos apostando por la jornada continua.

9. Ante todo esto, el proceso invalida la función del Consejo Escolar, donde una vez hecho el recuento de votos, en caso de no obtener ese porcentaje abusivo, se procede al archivo de todas las actuaciones y no da lugar a reunirse.

10. El Departamento de Educación ha recibido los resultados que no esperaba, a pesar de todos los impedimentos que ha puesto: las familias de Navarra apoyan la jornada continua en un porcentaje mayor del 80%. Del resto, la gran mayoría la hubiera obtenido también si la votación hubiera sido justa y democrática.

11. ¿Cuál es la lectura que el Gobierno de Navarra va a hacer de todo esto? ¿A qué conclusiones llega? ¿Va a darnos alguna explicación?

12. Esta imposición va a crear problemas en nuestro día a día: problemas de conciliación de los padres y las madres, reducción de tiempo junto a nuestros/as hijos/as, merma de su bienestar y capacidad para afrontar el día con más calma, su derecho a disfrutar del tiempo libre y mil ventajas que vemos y queremos para ellos/as.

13. Además del daño que está creando a las familias afectadas, lo peor es que todo esto ha creado además ambientes raros y desconfianza entre las familias de las escuelas y con respecto al profesorado.

Sabemos que estamos ante Goliat, pero no vamos a dejar de denunciar esta injusticia y dejaremos todas nuestras fuerzas para darles a nuestros/as hijos/as lo que creemos que es mejor para ellos/as, que es lo que la mayoría de nuestras dos escuelas ha votado y expresado.

Bozketa justu eta demokratiko baten alde! Gure haurrengatik!

*Firman esta carta: Amaia Agirre Etxeberria y Jasone Susperregui Arbelaitz, en representación de un grupo de familias de Etxalar y Lesaka