Mientras todavía colea la resaca postelectoral de las votaciones sobre la jornada escolar, que nunca debieron tener lugar, ya tenemos los resultados de las prematrículas de infantil. Los datos hablan por sí solos, aunque de momento no parece haber trascendido ninguna reflexión por parte de Educación ni por parte de nadie, más allá de la lectura sobre el alza del euskera, que llega casi al 50% si unimos modelo A y D en el cómputo. Esperamos que desde Educación se publique la serie histórica sobre las pre-matrículas, por modelos, comarcas y tipo de centro, junto con una reflexión sobre hacia dónde van las preferencias de las familias en estos temas. Mientras tanto, hacemos el ejercicio de crear la serie histórica en base a lo publicado en prensa cada año, al no encontrar esa información en la página web de Educación.

Vamos hacia atrás hasta 2016, y analizamos la evolución del porcentaje de prematrícula que opta por escuela pública con respecto al total de matrículas. Siempre está por encima del 60%, y presenta ligera tendencia al alza en el tiempo, que además comprobamos que es estadísticamente significativa. Así, la pendiente de la serie 2016-2023 es ß=0,34 y el p-valor=0,025, lo que significa que cada 3 años sube un 1% el peso de la escuela pública en Navarra. En concreto, en 2016 el 60,5% de las prematrículas fueron a escuela pública; en 2017 60,6%; en 2018 62%; en 2019 60,8%; en 2020 63,1%; en 2021 61,9% (bajón atribuido al índice de inclusión); en 2022 62%; y en 2023 el 63,3%, el dato más alto de la serie. Y de repente, llega 2024, con una prematrícula un mes más tarde de las votaciones, y…. tachaaaaaaaan, baja al 59,6%, por debajo del umbral histórico del 60%, cuando el valor predicho esperado por la tendencia era 63,3%, un 3,7% más. Parece poco, pero son casi 200 niñ@s (10 clases) menos en pública que en concertada de lo que tocaría por tendencia en tan sólo un año. Podríamos hacer el mismo ejercicio focalizándonos en la comarca de Pamplona y en el modelo D, porque el módico aumento relativo del 2,4% en la escuela pública comparado con el increíble aumento del 29,1% en la escuela concertada (ikastolas) en un año alguien lo tendrá que analizar, pero de esto no tenemos histórico, así que se lo dejamos a Educación.

¿Alguien tiene explicación para este cambio inesperado a mayor peso de concertada en un año? Estos datos no son compatibles con el azar. Rompen tendencias y estábamos sobreaviso, no son casualidad. En el decálogo que desde la plataforma por la jornada partida realizamos sobre las implicaciones de la jornada continua, ya identificábamos como una de las consecuencias el aumento de la brecha público-privada y un posible trasvase de alumnos desde la escuela pública hacia la concertada, al mantener esta última la jornada partida. No lo decíamos con ánimo de asustar. Lo decíamos porque los expertos en jornada escolar, como Marta Ferrero, ya habían identificado en otras comunidades que una mayor presencia de jornada continua en la escuela pública se correlaciona con un aumento de la matriculación en escuela concertada. Nos limitamos a escuchar a los expertos y a transcribir sus reflexiones.

Agradeceríamos que ahora, con los datos sobre la mesa, nuestro Gobierno, o nuestro Parlamento, o los profesores, o los sindicatos, o todos juntos, salgan y expliquen qué ha ocurrido en Educación en 2024, pero que no ocurrió en 2023, ni en 2022, ni en 2021, ni en 2020 y así hasta al menos 2016, para que tantas familias hayan optado por la escuela concertada, cuando hasta ahora la tendencia era a aumentar la prematrícula en la pública. Explíquenoslo, por favor. Y tomen medidas para evitar las consecuencias del aumento de la segregación y para que las familias, en 2025, tengan motivos para optar por una escuela pública de calidad.

*En nombre de la Plataforma por la Jornada Partida de Navarra

Aitor Balbás Ruiz, Amaia García Ibáñez, Martine Etchevers, Israel González Mangado, Berta Ibáñez Beroiz, Juan Antonio Iriarte, Ibon Marcilla López de Dicastillo, Silvia Pérez Desojo, Maia Usobiaga Lacunza