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Colaboración

Julen Rekondo

Sin agua potable por contaminación

Sin agua potable por contaminaciónARCHIVO

Una visita a la web del proyecto Under the Surface permite adentrarse en un trabajo de investigación muy importante, con un mapa interactivo muy actualizado, riguroso y fiel de los daños a los acuíferos de Europa. La investigación en el caso del Estado español, que forma parte de ese proyecto, ha sido liderada por Datadista, coordinado por Arena for the Surface y que cuenta con el apoyo de Journalism Fund Europe. Son 14 periodistas de 7 medios que llevan muchos meses investigando el problema de las aguas subterráneas en Europa.

La magnitud de la problemática demuestra que la investigación es aún mayor que lo que dicen los datos oficiales. Ana Tudela y Antonio Delgado relatan en Datadista en la investigación Veneno en el grifo: ruta por la España sin derecho a agua potable, que ese veneno ya sale por los grifos de las casas de cientos de miles de personas.

Según Ana Tudela y Antonio Delgado, más de un millón de personas en España residen en puntos críticos por contaminación por nitratos en el agua del grifo. En el Estado español se endureció en 2023 su normativa sobre la presencia de contaminantes en el agua de consumo humano. Al conocido límite de 50 mg por litro para nitratos, a partir del cual es obligatorio alertar a la población de que el agua no es apta para beber ni cocinar, se ha añadido una metodología que convierte en puntos críticos las zonas de abastecimiento en los que los niveles se sitúen por encima de 30 mg/l de manera continuada.

En esos niveles, dados los riesgos que implican ya para la salud, es necesario también tomar medidas inmediatas para mitigar la contaminación, lo que muestra un problema aún mayor de lo que se calculaba hasta ahora.

Núcleos de población pertenecientes a 422 municipios de todo el Estado detectaron entre 2021 y 2022 niveles de contaminación por nitratos por encima de 30mg/l, de los cuales 171 municipios con una población de más de 200.000 personas se situaron por encima de 50mg/l en 2022 en todas o en algunas de sus redes de abastecimiento, según un análisis realizado por Datadista de 5,1 millones de análisis de aguas de redes de abastecimiento realizados por los operadores y autoridades sanitarias.

La situación actual no es posible conocer de manera pormenorizada, ya que 2022 fue el último dato disponible publicado por el Ministerio de Sanidad con la información remitida por los operadores a través del Sistema de Información Nacional de Aguas de Consumo (SINAC).

Hay una España, señalan Ana Tudela y Antonio Delgado, que se está cosiendo viva a base de parches en su red de abastecimiento allí donde dependía históricamente de uno de sus grandes tesoros: sus aguas subterráneas.

Siguiendo con Datadista, los nitratos son nutrientes presentes en los fertilizantes utilizados en la agricultura. Estos fertilizantes pueden provenir de fuentes artificiales o de los excrementos de animales, como los purines de la ganadería industrial. La Comisión Europea (CE) calculó en 2021 que la mitad de los abonos que se extienden en los campos no abonan nada, se escapan de las raíces de las plantas y acaban muchas veces en los acuíferos.

Consumir agua con altos niveles de nitratos puede afectar a la forma en que la sangre transporta el oxígeno y producir metahemoglobinemia, una enfermedad que pueden desarrollar los bebés lactantes menores de seis meses. Es a raíz del estudio de esta enfermedad que la OMS estableció el límite de 50 mg/l en 1962.

Un estudio publicado en 2023, liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona, relaciona la exposición a nitratos en el agua con la aparición de tumores de próstata agresivos en hombres menores de 60 años. Los participantes que bebieron agua con concentraciones de nitratos por encima de 14 mg/día triplicaban la probabilidad de desarrollar un tumor de próstata agresivo.

¿Y qué pasa en Navarra? En este diario, el pasado 6 de octubre de 2023 se publicaba un reportaje de Enrique Conde, que se hacía eco de una serie de mediciones de la contaminación del agua por nitratos en Navarra que había realizado Greenpeace durante cinco días, en 63 puntos distintos, donde encontraron valores que van desde 6 mg/l hasta 260 mg/l, lo que calificaron de “muy preocupantes”.

También constataron que algunas fuentes naturales con aguas de origen subterráneo presentan valores que muestran que el acuífero está lleno de nitratos y que están muy por encima del máximo permitido para consumo humano debido a su riesgo para la salud.

Integrantes de la ONG se reunieron entonces con el consejero de Medio Ambiente y Desarrollo Rural, José María Aierdi, al que le comunicaron que las zonas más contaminadas son las de Villafranca, que ya está declarada como vulnerable a la contaminación por nitratos, y Larraga, que “a pesar de los alarmantes niveles de nitratos encontrados, todavía no ha sido considerada como zona vulnerable”.

Las demandas de Greenpeace al consejero fueron, entre otras, establecer de inmediato una moratoria a la ganadería industrial de al menos cinco años, y desarrollar un plan para la reducción paulatina de la cabaña ganadera en intensivo hasta alcanzar un 50% menos en 2030.

También no conceder autorizaciones para nuevos regadíos intensivos y reducir el uso de fertilizantes sintéticos; incrementar el control de la calidad del agua, creando nuevos puntos de control y haciendo analíticas periódicas en todos los municipios, independientemente de su tamaño; y declarar nuevas zonas vulnerables a nitratos y poner en marcha medidas efectivas para revertir la contaminación.

Sin embargo, el modelo de ganadería industrial y sus macrogranjas sigue creciendo incluso dentro de zonas vulnerables a nitratos, como el porcino que creció en un 73% entre 2012 y 2022. ¿Vamos a seguir por esta senda tan temeraria?

*El autor es experto en temas ambientales y Premio Nacional de Medio Ambiente