El pasado 26 de junio se hacían públicas las listas de estudiantes admitidos en Bachiller. Tras más de un mes de movilizaciones, concentraciones, presentación de instancias, de queja al Defensor del Pueblo… para intentar revertir la decisión tomada por el Departamento de Educación de eliminar un aula de Bachiller del instituto Alaitz BHI de Barañáin, las familias afectadas por esta situación vemos reafirmadas nuestras sospechas de que las cifras manejadas por el señor Gimeno en su comparecencia en el Parlamento el día 20/06 eran erróneas y no se correspondían con la realidad.
El escenario que ahora se nos presenta muestra a 26 alumnos en lista de espera, alumnos cuya primera opción fue estudiar en Alaitz Barañain, varios de ellos vecinos del pueblo. Y una sola aula al máximo ratio (33 alumnos).
Perfectamente se podrían haber conformado dos aulas de 29 y 30 alumnos, ratios más que razonables. Por el contrario, 26 alumnos se ven dispersados en otros centros que no son de su elección, algunos obligados a salir de su municipio, habiendo un instituto capaz de albergarlos. Por otra parte, queda un aula de 33 alumnos que aglutina las modalidades de Ciencias, Humanidades y Ciencias Sociales, con una disminución a la larga de asignaturas optativas. ¿Es ésta la educación de calidad que prometen?
Dice también el señor Gimeno que es “un gasto en familias que ya tiene un centro adscrito”. Lo que no dice es que el centro al que están adscritos es un centro concertado y estas familias estamos optando por una enseñanza pública y tenemos nuestro derecho a una educación gratuita. Parece ser que este gobierno pretende ahorrar a costa de que los contribuyentes tengamos que pagar por la educación de nuestros hijos. ¿Donde está la enseñanza pública que tanto prometen?
Prometen mucho. En su documento + 200 medidas para el futuro de Navarra hablan de reducción de ratios y de aumento de gastos en Educación. Se llenan la boca hablando de enseñanza pública y de calidad.
Pero a la vista está: ni pública ni de calidad.
La autora es madre de una alumna vecina de Barañáin afectada