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Reflexiones ‘posdesbloqueo’

Reflexiones ‘posdesbloqueo’Javier Bergasa

Escribimos este artículo al hilo de algunas declaraciones de Marina Curielen DIARIO DE NOTICIAS (12.1.2025), concejal-portavoz del PSN en el Ayuntamiento de Iruña. Ante la apología del “desbloqueo”, firmado por PSN, Geroa Bai y Bildu, y presentado como la fetén de los avances políticos en este debate, decimos que lo único que han conseguido es satisfacer a la derecha. Barcina, como El Cid, vuelve a ganar una batalla después de desaparecer de la escena política navarra. Cuando se le afeó su conducta al utilizar el monumento para hacer un desfile de modas, reprochó a sus escandalizados compañeros de viaje que harían lo que fuese necesario para que el edificio continuase en pie.

Se hará lo que haga falta. En esas estamos. El tripartito lo único que ha conseguido es caminar por la senda inmovilista trazada por las derechas, con nueva versión de Lampedusa: “Resignificar todo, para seguir igual”. PSN y Bildu incumplieron una ley que ellos firmaron, la Ley de Memoria Democrática, donde no se cita el Monumento a los Caídos por culpa de su dejación, pero que exige demoler cualquier edificio de exaltación fascista.

La derecha, como es habitual en ella, en cuanto llegue a regir el Ayuntamiento y el Gobierno, desmontará lo que este tripartito considera como avance. La realidad es contundente. El pasado mes de junio, el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo nº 2 de Castellón daba la razón a la Fundación Española de Abogados Cristianos y al concejal de Vox, al considerar irregular la eliminación de un elemento religioso que rechaza todo tipo de violencia, como es una cruz, puesto que ya fueron despojadas de toda simbología franquista.

Al hablar del PSN, Curiel sugería que su partido ha sido el gran promotor y animador del reconocimiento, reparación y justicia de las víctimas navarras asesinadas por el carlismo. Debería saber que, cuando se inició este movimiento, allá por 1978, su partido en Navarra no lo apoyó. Desde su inicio, PSN y PNV se inhibieron y optaron por la reconciliación, lo que implicaba dejar a los asesinados en las cunetas y al victimario indemne. Además, de caer en la trampa de la equidistancia de las víctimas.

Ahora que el gobierno ha anunciando la conmemoración de “los 50 años de España en libertad”, conviene recordar que desde 1975 hasta 2002, el PSN no hizo absolutamente nada por esas víctimas de la guerra en Navarra. Sólo cuando Batzarre convocó la primera reunión de familiares de asesinados, los partidos políticos comenzaron a dar tímidas muestras de presencia. Pero, cuando el cambio llega, estos partidos, entre ellos el PSN, aplicaron el método “quítate tú, que me encargo yo”. Lo que supuso acordar tácticas y estrategias excluyentes, dejando a los principales actores de este relato, las víctimas y sus familiares, en segundo plano.

El tripartito desbloqueador repite que es necesario cambiar normativas y leyes para modificar la naturaleza fascista del edificio. Que el tripartito, y a su cabeza el alcalde de Iruña, apele a esta triquiñuela es sarcasmo. ¿Cómo apelar a superar una ley cuando fueron ellos los que aprobaron una, la Ley de Memoria Democrática, y no fueron capaces, ni PSN ni Bildu, de ni siquiera nombrar en ella a Los Caídos, como el edificio urbano más importante de este país de exaltación golpista?

La historia más reciente tampoco ayuda a confiar en ambas formaciones. Han ocupado el poder y nunca se interesaron en desactivar la normativa que protegía edificios fascistas. Ni recurrieron las resoluciones judiciales que sancionaron que el edificio estaba desprovisto de su carácter inicial golpista.

Hasta hoy, la única diferencia resignificadora argumentada ha sido esa bisutería golpista que deja ahí en el aire, intacta, tapada (¿protegida?) con chapas de madera o con lienzos. Pero todo sigue en su sitio, esperando a que un juez como el de Castellón destape lo que es una vergonzosa prevaricación, que no ha merecido el menor reproche desbloqueador.

Su actuación pública institucional ha desvelado que sus intenciones de no pasar de la raya, tras la limpieza de la cripta, eran previas, pues ninguna de las leyes navarras de Memoria, con ellos en el poder, citan el edificio. Ni nada hicieron con las posibles enmiendas a la legislación del Estado. En ninguna Ley existe “Navarra a Sus Muertos en la Cruzada”. ¿Cómo es posible tal actitud sin una estrategia previa?

Cuando resaltan la inconveniencia de interponer recursos, se muestran paternalistas y totalitarios. Tratan como chiquillos a los ciudadanos intentando convencerlos de que la mera posibilidad de interponerlos fuera un peligro, proponiendo como única solución rendirse, no oponer resistencia, que para eso “ya están ellos”. Es decir, y como dice el alcalde, “seguir como hasta ahora, sin hacer nada”.

Parecía axiomático que, siguiendo la letra y el espíritu de la ley de Memoria Democrática, un monumento golpista debería ser eliminado sin discusión. Por decoro democrático. Y es cierto que aquí se contaba con dificultades arteras como el curioso dictamen del TAN y las calificaciones de protección. ¿Qué hizo Asiron desde alcaldía para cambiar esa situación? Nada. ¿Qué ha hecho el PSN? Nada.

En las leyes navarras de la memoria, ni con Bildu ni PSN, ni con la “compañía posterior del cambio” hubo referencias al edificio. De hecho, la imagen más elocuente de este tiempo fue la de Asiron en las escalinatas del Monumento manifestando que no era partidario de eliminarlo. La consigna de este hijo putativo de HB, tras su conversión al buenismo democrático, ha sido la de no molestar a nadie. Y su tan laureada acción de exhumar con nocturnidad los restos de la cripta no fue tanto un camino de reconocimiento a las víctimas del carlismo, sino para despejar el camino a la alternativa de mantenimiento del Monumento más limpiamente. Ni se utilizó el contrato vigente con el Arzobispado, que incluía una colección de premisas franquistas a cumplir, “mientras el edificio permanezca en pie”. Para postre, y como dice Curiel, “los posibles cambios y unas tan importantes transformaciones serán muy lentas”. Nada nuevo.

Hay que recordar que en la primera legislatura de Asiron, diversas asociaciones se reunieron con Abaurrea en el Ayuntamiento para tratar sobre qué hacer y, entre otras propuestas, se planteó la posibilidad de que, a la espera de posibles decisiones y para evidenciar públicamente la ilegalidad de los Caídos, se podía colocar desde la cúpula una gran pancarta con el texto “Cerrado por democracia”, así como que el Ayuntamiento no volviera a utilizarlo ni a gastar ningún dinero público en reformas o mantenimientos. Está claro el caso que hicieron a las asociaciones. ¿Lo harán tras la manifestación del pasado sábado 18?

*Firman este artículo: Víctor Moreno, José Ramón Urtasun, Ángel Zoco, Orreaga Oskotz, Clemente Bernad, Carolina Martínez, Pablo Ibáñez, Carlos Martínez y Txema Aranaz Miembros del Ateneo Basilio Lacort