La simetría ha sido siempre una virtud relacionada con la belleza y el arte. Aporta equilibrio cuando estamos preparando algún tipo de diseño. También es deseable en las relaciones humanas, sean familiares, sociales o comerciales. Pocas personas estarían de acuerdo en afirmar que establecer negociaciones en las que una de las partes tiene una situación de fuerza excesiva es aceptable. Ese parece ser el propósito de Trump: adquirir ventaja antes de empezar a discutir cualquier asunto. Así, imponer aranceles a otros países hace que ya tenga una carta adicional en la partida que va a jugar: te los puedo bajar siempre y cuando me des algo a cambio.
Es interesante evaluar contextos de nuestras vidas en las que una asimetría pueda ser perjudicial para nosotros. Ahora bien; cuidado. No es lo mismo asimetría que jerarquía. Eso es algo natural a la condición humana y se da en muchas situaciones, siendo la más obvia la existente entre empleador y empleado. Eso no implica que siempre lleve las de ganar la empresa: las habilidades, información o contactos que tenga un trabajador pueden crear las condiciones adecuadas para pedir un aumento de sueldo si lo estima necesario.
Tiene sentido también, en una discusión de tráfico o en un contexto semejante, priorizar la opinión de la autoridad. En caso contrario los juicios serían interminables. Ahora bien, para evitar el riesgo de extralimitación por parte de las autoridades éstas deben ser castigadas de forma durísima si se les observa una falta de ese tipo.
En una denuncia realizada por un lector en este periódico, contaba que había tenido un percance debido a un error de unos agentes de la policía municipal y éstos le habían dado el teléfono de un seguro. En teoría, asunto arreglado. En la práctica, un problema detrás de otro. Al llamar a la compañía largas y más largas. ¿Habría ocurrido lo mismo en caso contrario? Posiblemente no. Se debe trabajar en minimizar estos desequilibrios, los cuales generan sentimientos de injusticia e impotencia en el conjunto de la población.
Hay más casos. Los conductores de autobuses urbanos de Pamplona (las populares villavesas) están realizando una huelga de servicios mínimos en base a que la autoridad no ha cumplido con requisitos tan básicos como tener a mano la posibilidad de ir al baño cuando sea necesario. Mientras, otros gremios como los agricultores tienen que pagar multas o sanciones por no cumplir con diversos requerimientos burocráticos. Cuidado: estamos comparando algo tan básico como tener cubierta una necesidad humana o realizar papeleos que ni siquiera ayudan a realizar mejor su labor. ¿Cómo puede ser? Lo resume la sabiduría popular: “haz lo que digo, no lo que hago”.
Los partidos políticos son ejemplos claros de asimetría en su estructura. Tener una opinión discrepante y comentarlo es algo peligroso. ¿Cómo solucionar este problema? Una opción debatible sería que siempre los votos fueran secretos. Vale, es una opinión discutible. Sin embargo, le podemos otorgar un sentido: votamos a partidos, no a personas. En ese caso y para evitar ser postergado por la “tiranía de la mayoría”, que cada diputado o parlamentario emita así su voto. ¿Por qué no? Si queremos conocer la opinión de cada político de manera pública, listas abiertas. O lo uno, o lo otro.
En economía se habla de “asimetría de información” cuando un agente económico tiene información relevante que desconoce otro. El caso estándar es el mercado de coches de segunda mano: hace años daba respeto comprar uno. George Akerlof, Premio Nobel de Economía, ponía el siguiente ejemplo. Supongamos que en el mercado los coches buenos se pueden vender a 10.000 euros y los malos se pueden vender a 5.000. Como el comprador no puede distinguir unos de otros estará dispuesto a pagar por un automóvil genérico la media aritmética de los dos precios: 7.500 euros. Los vendedores potenciales de coches buenos lo saben y entonces se retiran del mercado de manera que sólo queda la chatarra. Conclusión: se deben hacer ajustes para solucionar el problema. ¿Qué se hizo? Emitir garantías. Asunto arreglado.
Las preguntas son más importantes que las respuestas. Por definición una mala pregunta nunca nos puede llevar a una buena respuesta. De manera anóloga, si no conocemos un concepto no podemos aplicarlo. Es el caso de la asimetría. Nos permite valorar situaciones en las que nos sentimos cohibidos o a lo mejor pretenden engañarnos con información que desconocemos. Un ejemplo interesante es la del emisor y el receptor. Cuando nos plantean la disyuntiva de elegir entre saber antes una noticia buena y otra mala el emisor prefiere dar primero la buena; el receptor prefiere recibir primero la mala. Con esta perspectiva, la expresión “trata a los demás como quieras que te traten a ti” no es correcta. Los demás pueden tener gustos distintos. Son las cosas de la asimetría.
Economía de la Conducta. UNED de Tudela