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Motor europeo

Motor europeoPexels

Pese a la desinformación que provocan de forma intencionada sectores políticos y económicos para generar inestabilidad, inseguridad y desconfianza, la realidad es que España se encuentra en una buena situación económica. El Fondo Monetario Internacional ha elevado el crecimiento del PIB dos décimas, hasta el 2,5%, en medio de la incertidumbre y los riesgos globales, haciendo que España sea la única economía avanzada del mundo para la que mejoran sus previsiones frente al recorte de las principales economías del mundo. 

España se está convirtiendo en el motor económico de Europa, su economía acumula ya más de tres años creciendo a un ritmo muy superior a la de la Unión Europea y fue la gran economía que más creció en el mundo el año pasado, según Oxford Economics en un análisis publicado a principios de 2025.  Mientras el estancamiento se instauraba en Europa, el avance del PIB de España en 2024 fue del 3,2% gracias al turismo, al consumo interno y a la masiva creación de empleo (468.000 nuevos ocupados) gracias a la inmigración. El FMI ha afirmado que el protagonismo de este país ha venido para quedarse. Según su último informe, España liderará Europa durante toda la década. Concretamente, estiman que el PIB español triplicará la media de la UE este año y seguirá en el 1,8% y 1,7% los dos años siguientes, respectivamente. Por su parte, su suelo durante el resto de estos años será el 1,6% mientras que Europa se quedará entre el 1,1% y el 1,3%.

Diferentes analistas siguen defendiendo que el liderazgo español quedará reforzado por los aranceles de Trump, ya que, a diferencia de países de su entorno, España cuenta con una baja exposición a EEUU, con un escaso 1,2% del PIB dedicado a exportación a este país, lo que hará que el impacto sea limitado. Ante un contexto tan volátil e incierto, la economía española avanza con datos positivos sobre el mercado de trabajo, lo que demuestra que el despliegue de la respuesta de política económica, las reformas estructurales realizadas y las inversiones y proyectos estratégicos puestos en marcha por el Gobierno de España están dando un buen resultado.

Una parte importante del crecimiento español se ha sostenido por la llegada de más población que ha aumentado así la economía. Según datos del INE, entraron en el país unos 130.000 emigrantes de forma regular en 2024. Según el Ministerio de Interior hay que sumar 63.970 personas que entraron de manera irregular. Esto ha sido clave para la bonanza de España. El factor de la inmigración por sí solo suma cerca de un punto porcentual al crecimiento del PIB. También existen otros dos factores como el turismo y el gasto público, pero ha sido la inmigración el elemento clave en el consumo privado de España, uno de los factores fundamentales para entender el crecimiento del PIB. Esto se puede mantener los próximos años. España está creciendo, pero no lo está haciendo de manera convencional, sus grandes bazas garantizan un fuerte crecimiento del PIB, pero un PIB per cápita más matizado. El crecimiento seguirá, pero no se traducirá en mejoras de la calidad de vida. Se nota en el PIB per cápita que ha subido poco desde 2019. Es más, las últimas previsiones publicadas por el FMI inciden en esta paradójica cuestión: ser el motor de crecimiento durante una década no servirá para que los españoles vivan mucho mejor. El quid de la cuestión es por qué España puede crecer mientras no lo hace la riqueza de su población. Los datos del FMI son claros, la economía de España es la que más va a crecer, pero en términos de PIB per cápita en 2026 se queda atrás: mientras que Alemania e Italia avanzarán un 0,9%, y Francia un 0,7%, España crecerá un 0,6%.

Tras el covid, millones de turistas han puesto su mirada en España y el resultado ha sido un crecimiento récord con avances frenéticos. En 2023 ya creció un 18,7%, pero en 2024 rompió con todos los límites al lograr que 94 millones de turistas llegasen a España. En ambos años ya se superaron las cifras prepandemia (85 millones de visitantes) y este último año los turistas dejaron en el país 126.282 millones de euros, un 16,1% más que el año anterior. Este factor ha tenido un impacto fundamental para entender el éxito económico de España. Desde Exceltur, asociación que agrupa a 30 de las empresas más relevantes de la cadena de valor turístico en España, explican que solo estas buenas cifras suponen cerca del 26% de todo el aumento del PIB en 2024, ya que el sector pudo crecer en su conjunto a un ritmo acelerado del 6,5% al calor de estas llegadas masivas. El turismo es una de las grandes puntas de lanza de la economía española, representando un 12% de la misma y mantendrá esta senda positiva en 2025.

Los servicios no turísticos han tenido también un papel esencial. Estos son, concretamente, actividades muy variadas como los servicios bancarios, ingeniería, construcción, etcétera, áreas donde España ha encontrado una fortaleza inesperada. Los últimos datos de Exceltur muestran un crecimiento del 9% en los últimos datos disponibles. Funcas comenta que este factor supone una gran ventaja para los años venideros ya que puede generar un gran ingreso exterior para España al quedar fuera del fuego arancelario. España ha encontrado en esto una ventaja competitiva para seguir creciendo. La UE funciona simultáneamente con varios motores, y el motor de España está contribuyendo a que el proyecto europeo, la mejor utopía que hemos inventado los europeos, avance y no descarrile.

*El autor es economista