PAI, sufrientes del mundo, uníos

Parafraseando la célebre frase del manifiesto comunista, es necesario que nos unamos el personal docente y los sindicatos que nos representan, las direcciones de los centros y las familias, para acabar de una vez con el Programa de Aprendizaje en Inglés (PAI) de la mitad de las asignaturas, que tanto sufrimiento sigue causando y que ningún país del mundo tiene implantado en la enseñanza básica universalizada.

La clase política no nos va a salvar de dicho programa. Ni el gobierno del cambio (2015-19) lo hizo. Y los socios que sostienen al actual consejero de Educación, esta semana misma han demostrado su impotencia en el Parlamento navarro para paralizar las últimas órdenes forales relativas al desarrollo del PAI y para realizar una evaluación rigurosa del mismo. Su consejero socialista lo ha bloqueado, uniéndose con la oposición de derecha y ultraderecha que impuso ese programa de semi inmersión hasta conseguir frenar el Modelo D (inmersión en euskera) y aminorar el A (enseñanza en castellano con asignatura de euskera), que crecían en adeptos constantemente a lo largo de toda la década de los 90, hasta lograr que el PAI sea única opción en más de 50 pueblos navarros y en más de 100 colegios.

ELA, además de movilizarse en numerosas ocasiones, organizar sucesivas jornadas y escribir innumerables artículos, presentó un recurso contencioso-administrativo contra el PAI ante el TSJN ya en 2014, pero dicho tribunal no entró al fondo y se limitó a validar el DF 37/2014 que permitía impartir el PAI sin la titulación pertinente. En 2022 ELA recurrió en alzada el concurso de méritos para la estabilización y el concurso oposición con perfil de lengua extranjera, que habían salido de la llamada ley del PAI (LF 19/2022) aprobada por el PSN y la oposición, y pidió que esas plazas se ofrecieran en castellano y euskera. El consejero lo desestimó en 2023, y esta misma semana, ante el caos y las protestas que está provocando la reciente OF 57/2024 cuya aplicación no ha podido paralizar el Parlamento ahora, el consejero ha tenido la desfachatez de decir que quienes se presentaron a aquellas OPE ya sabían que se presentaban a un proceso extraordinario, y a ver si ahora lo soluciona la mesa sectorial.

Pero el sufrimiento va creciendo cada curso. Lo último es que el profesorado que accedió en 2024 a una plaza con perfil de inglés en educación física, por ejemplo, ahora ve que no tendrá trabajo porque se va a extinguir la impartición de ese área en inglés; y sin embargo, quien da física en castellano o euskera en ESO, a futuro va a tener que darlo en inglés.

ELA siempre ha apoyado a todos los colectivos que han tratado de oponerse al PAI: al profesorado público muy experimentado que fue desplazado cuando gobernaba UPN; a ayudantes de conversación de inglés que, gracias al sindicato, lograron que se les cotizara a la SS; a especialistas de inglés con oposición aprobada a quienes no se les da destino porque lo ocupa el personal del PAI; al personal de concertada que fue obligado a aprender inglés por su cuenta y a pasar a impartir las áreas en ese idioma aunque no quisiera, o fue despedido por no tener título de inglés o por plantarse ante el PAI, cuando su empresa lo implantó por competir para captar alumnado; a la pionera comunidad escolar de Castejón, que contó con el apoyo de todos los sindicatos navarros para que pudiera decidir salirse del PAI, y a todas las que le han seguido y a las que aún no se han lanzado.

El sindicato seguirá impulsando y promoviendo las iniciativas que se opongan al PAI. Salir cuanto antes es crucial para paliar en lo posible los graves perjuicios que la enseñanza en lengua extranjera vehicular ha causado y está causando en nuestros/as estudiantes.

El autor es profesor y militante de ELA