Día Internacional del Orgullo LGTBI+

El 28 de junio conmemoramos el Día internacional del Orgullo LGTBI+, recordatorio imprescindible para seguir trabajando en la garantía de derechos humanos para todas las personas, más allá de hacia quiénes dirijamos nuestros afectos, con qué genero nos identifiquemos o cómo expresemos nuestra sexualidad. Necesidad que parte de la persistencia y gravedad de la discriminación que sufren las personas que rompen con los estereotipos sociales en relación al sexo y al género, defendiendo su derecho a vivir libremente su identidad.

La efeméride del 28J rescata lo sucedido en Stonewall en 1969, cuando la constante represión de las personas LGTBI+ llegó a un máximo que se canalizó en un activismo organizado y de lucha por los derechos LGTBI+, germen de los movimientos globales actuales. Los rígidos esquemas morales de las sociedades de entonces permeaban las instituciones estatales, que desplegaban una política de asedio de todo lo que saliera de la norma heteropatriarcal. Muchas leyes consideraban ilegal vestir prendas asociadas al sexo opuesto, siendo detenidas por ello, y se almacenaban listas de personas para su vigilancia y control por su orientación sexual. Homosexualidad y transexualidad se consideraban enfermedades, permitiendo “tratamientos” de conversión. Todas estas cuestiones no han sido aun totalmente superadas, y pese a los avances, persisten de forma más o menos explícita en nuestros entornos.

El avance en derechos LGTBI+ ha sido desigual desde entonces, con leyes garantistas en muchos países. La homosexualidad sigue siendo objeto de persecución en 67 estados –con sentencias incluso de pena de muerte–, si bien 17 han dejado de perseguirla en esta década. Países como Estados Unidos viven una deriva reaccionaria en los últimos años, con un grave proceso de violencia legislativa y retroceso de derechos LGTBI+, entre otros ámbitos.

En España, y también en Navarra, contamos con avances normativos impulsados por los colectivos LGTBI+, lo que ha permitido avances en derechos. Según el índice Rainbow Europe de ILGA-Europe, España es el cuarto país de Europa con más derechos para el colectivo LGTBI+, posición que alcanzó tras la aprobación de la Ley 4/2023, para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI+. Avances incluidos en esta norma, como la autodeterminación de género, la prohibición de terapias de conversión y la mutilación genital de menores intersexuales han impulsado a España desde la décima posición de 2022. Sin embargo, los informes sobre delitos de odio en España sitúan los incidentes sobre orientación sexual, expresión de género e identidad sexual o de género con elevada incidencia. Los datos destacan cómo los retrocesos en derechos humanos LGBTI+ son parte de una erosión más amplia de las garantías democráticas en toda Europa.

En Navarra, el inicio de los avances en igualdad de las personas LGTBI+ conecta con la primera acción conmemorativa de la efeméride de Stonewall, realizada por la Asamblea de Mujeres de Tudela en el 10º aniversario en 1979 de los sucesos, siendo en 1982 la primera manifestación en Pamplona del Día Internacional del Orgullo Gay. La reivindicación conjunta de colectivos LGTBI+ y movimiento feminista en Navarra ha estado presente en todos los avances normativos y sociales. Navarra ha sido pionera en la aprobación de leyes LGTBI+ como la Ley Foral 12/2009 de no discriminación por motivos de identidad de género y de reconocimiento de los derechos de las personas transexuales, y la Ley Foral 8/2017, para la igualdad social de las personas LGTBI+. Hoy resulta imprescindible renovar el compromiso y las alianzas para garantizar los derechos de todas las personas a ser y decidir sobre su propio cuerpo e identidad, de forma especialmente urgente en los derechos de las personas trans, tan cuestionados, huyendo de los planteamientos rígidos, esencialistas y excluyentes que se lanzan desde algunos ámbitos, sobre todo conservadores.

Frente a la deriva reaccionaria es imprescindible que las instituciones públicas nos apliquemos en el impulso y garantía de derechos para todas las personas. Desde las políticas públicas de igualdad, con una mirada feminista inclusiva, interseccional y diversa, debemos contribuir a construir una sociedad en la que las personas no sientan la presión de cumplir con la rigidez del género, que admita las variables diversas y transformadoras de las identidades en libertad, que erradique toda forma de discriminación y que garantice vidas dignas para todas las personas.

Por una Navarra orgullosa de su diversidad, animamos a toda la ciudadanía a participar en las movilizaciones organizadas por los colectivos este 28 de junio en todo el territorio y a ocupar con reivindicaciones las calles y los espacios públicos que son para el disfrute de todas las personas.

El autor es directora gerente del Instituto Navarro para la Igualdad / Nafarroako Berdintasunerako Institutua