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La carta del día

El reto de cuidarnos

El reto de cuidarnosIÑAKI PORTO

Todas las personas vamos a requerir ser cuidadas en algún momento de nuestras vidas. Todas, en algún momento, vamos a tener que cuidar. Por eso, asumir el reto de la dependencia desde lo público no es una opción; es la única alternativa viable.

Quien haya observado una pirámide de población de Navarra apreciará que las personas dependientes van a ser más en las próximas décadas. Hoy, el 20% de la ciudadanía navarra tiene más de 65 años y se estima que este porcentaje se multiplique en unos pocos años.

Al mismo tiempo, las personas que trabajamos en este sector observamos una desprofesionalización y una fuga de personal acuciante. La degradación que las empresas privadas que gestionan residencias hacen del oficio obliga a las personas trabajadoras a buscarse el pan en otros sectores de actividad. Ante el reto mayúsculo de cuidar: las empresas se forran, a las trabajadoras nos explotan y las instituciones se cobijan esperando capear el temporal.

La falta de un convenio sectorial en Navarra que reconozca y nos dignifique propicia la fuga de las personas profesionales de este sector. Las empresas no se mueven de sus bajísimas propuestas salariales y de conciliación y, en este contexto, los sindicatos que apostamos por mejorar la vida de las personas trabajadoras estamos lejísimos de poder firmar un convenio digno.

Si la gestión privada de los cuidados se sostiene a flote es gracias a las mujeres migrantes que trabajan en el sector. Sin un convenio, sin expectativas y con la dureza que marca este trabajo, las personas migrantes también cambiarán de gremio en busca de ocupaciones con mayores retribuciones y menores penosidades.

Por eso, es imprescindible que todos los agentes implicados en la materia retomen las negociaciones para poder firmar un convenio sectorial que fije el empleo y mejore el servicio que se presta. Pero no hay recetas mágicas. El peso de lo público en las tareas de cuidados es fundamental para acabar con los salarios bajos, con la inestabilidad horaria, con la temporalidad, con la infra formación, con el desgaste físico y psicológico y con la vulnerabilidad laboral de las profesionales. La búsqueda del mayor beneficio económico posible es incompatible con un buen servicio y unas condiciones laborales dignas.

El actual modelo de cuidados tiene un déficit de partida. Está totalmente feminizado: nosotras cuidamos de forma profesional y de forma privada en los hogares. Esta es la principal causa de la brecha salarial. 8 de cada 10 jornadas parciales son ocupadas por mujeres.

El 90% de las excedencias para cuidar a hijos en Navarra son solicitadas por las madres, y el 78% de las excedencias para el cuidado de familiares recaen en mujeres. Según la EPA, hay más de 40.000 personas inactivas en Navarra por labores del hogar y 9 de cada 10 son mujeres.

La implantación de una correcta política pública de cuidados nos iguala, pero un gasto insuficiente en esta materia profundiza en las desigualdades de clase y de género. Por ello, a comienzos de este año, en CCOO propusimos 106 medidas para afrontar el reto de cuidarnos y transitar hacia una transformación del modelo. Este será uno de los principales focos de trabajo del sindicato durante este curso que ahora comienza.

Las autoras son secretaria de Organización de la Federación de Sanidad de CCOO Navarra y secretaria de Mujeres e Igualdad de CCOO Navarra, respectivamente