Puedo imaginar lo que pueden sentir mis compañeras en la previa antes de enfrentarse al FC Barcelona. Un equipo campeón de todo, arrasando en la liga española año tras año y actual subcampeón de la Champions. Un equipo que cuenta con las mejores jugadoras españolas y las mejores internacionales. Y para rematar tienen a la mejor jugadora del mundo por doble año consecutivo. En definitiva, lo tienen casi todo.

Y digo casi todo porque lo que no tienen es el privilegio de haberse puesta nuestra camiseta, ni de haberlo hecho en nuestro campo. No saben lo que se siente al escuchar desde el césped a la mejor afición del mundo animar sin parar un solo instante, sobre todo cuando las piernas ya no te dan para más.

Un partido de David contra Goliat. Un equipo de superestrellas y otro de chavalas con mucha garra navarra. Un equipo que pelea por reinar en Europa y otro que pelea año tras año por subir a primera división (llegará seguro). Un equipo que es el actual campeón de la Copa de la Reina y otro que ha conseguido por primera vez en la historia meterse en unos octavos de final.

Este martes a las 20.45 horas, el destino ha querido ponernos a la piedra más grande que podía tocarnos en el camino. No es nuestra liga está claro, la nuestra está el domingo en Oviedo. Pero, ¿sabéis que? Nos hemos ganado el derecho a soñar, y nosotras, de sueños, sabemos un poquito.

Qué decir cuando Aitana, Geyse, Mariona, Torrejón, Oshoala y compañía tengan el privilegio de saltar al césped de El Sadar y puedan leer las letras que cuelgan de nuestro túnel: “Hemen Gure iragana ohoratzen dugu”, “Aquí honramos nuestro pasado” (David Beriáin). Entonces, y solo entonces, entenderán lo que se siente al pisar ese césped y jugar en El Sadar.

Compañeras, solo me queda deciros que disfrutéis como siempre y como nunca. Que pase lo que pase voy a estar muy orgullosa de este equipo. Y que sin duda me cambiaría por una vosotras para poder volver defender esta camiseta.

EMAN GOGOR!

La autora es Coordinadora del fútbol femenino y exjugadora de Osasuna