Otro empate y con goteras

hay empates que saben a gloria, como el que le robamos al Barça en su última visita al Reyno, y otros que te dejan con cara de tonta. Ejemplos hay a montones. Y el de ayer se sumó a la lista negra. Los rojos salieron al campo con ganas pero la afición estaba fría. Quizá por el aguacero que le pilló antes de entrar en el campo y que, dicho sea de paso, siguió sintiéndose en nuestra zona por culpa de las goteras que nos acompañaron durante buena parte del encuentro. Lo primero que llamó nuestra atención fue la ausencia de público en la grada de enfrente. Y no paramos hasta dar con la respuesta. Veíamos a los nacionales pero nadie encontraba explicación al tema. Pronto llegó la onda de que no les habían dejado entrar porque había un foco o un altavoz (eso no quedó tan claro) que corría el riesgo de caerse por culpa de la tromba de agua. Saciada nuestra curiosidad, nos centramos en el juego. Los minutos pasaban y la hinchada seguía sin punch . Pocos cánticos. Ni siguiera la clásica ronda en recuerdo de nuestros enemigos (el Racing, la Seleccion, el Zaragoza...). Tan sólo había gritos para dos, especialmente para el de Cieza. Tan sólo en los minutos previos al gol de Pandiani, la afición despertó de su letargo y comenzó a animar. Pero poco duró el alboroto. Sergio enmudeció el Reyno, que despidió al equipo con el cántico que tiene todos los boletos para convertirse en el politono de la temporada. Izco, Camacho kanpora!