lAs declaraciones previas a los duelos entre Osasuna y Athletic aburren por su reiteración: por los dardos de unos y por los lamentos de los otros. De forma cansina, futbolistas navarros que no han vestido la camiseta roja analizan la labor de cantera de Osasuna en un intento de justificar ante sus paisanos la decisión de haber elegido Bilbao (una decisión respetable y que sólo quienes viven al margen del fútbol llegan a cuestionar) y el club pamplonés, por su parte, recoge el guante dándose por ofendido. Osasuna tiene que comenzar a sacudirse ese complejo y donde alguien quiera enredar con polémica, intromisión y robo de cerebros, sus dirigentes tienen que vender a la opinión pública no la eterna afrenta sino lo bien que lo está haciendo su club y otros muchos equipos navarros que cultivan la cantera. Patxi Izco no debe convocar una conferencia de prensa para rebatir a Gurpegi, sino para darle la razón. Quiero decir que el presidente de Osasuna atesora hoy más argumentos que nunca para reconocer que sí, que es verdad, que quizá no se atendió a la cantera como los nuevos tiempos y la competencia exigían; que se descuidó el seguimiento de algunos talentos emergentes; que llegaron tarde a las negociaciones con las familias; y que, en resumen, ante el poderío económico del resto no alcanza para más, pero que sepan los aficionados que siempre, siempre, se ha echado el resto por quienes creían importantes. Izco no tiene que pedir explicaciones sino sacar pecho por lo de antes y por lo de ahora. Poner en valor la labor realizada con Goiko, Rípodas, Unzué, Orbaiz, José Mari, David López, Raúl García, Javi Martínez, Azpilicueta… Esta es la demostración de que Osasuna, 29 años después de abrir las puertas Tajonar, sigue comprometido con la cantera y que en sostener esa filosofía está no sólo su piedra angular sino la subsistencia como club. Puede Izco presumir de que si antes hubo descuidos en el trabajo con la base, ahora ha desplegado a todos los técnicos por los campos de Navarra, incluidos aquellos en los que juegan los filiales del Athletic. Y que lo hacen sin esconderse, dando la cara y presentándose a los padres de los jugadores. Como los otros clubes de Primera. Enfatizar, en suma, que ese refuerzo, desde que Martín González tomó las riendas de Tajonar, puso en alerta al Athletic, cuyos ojeadores en Navarra advirtieron que ya no estaban ellos solos siguiendo a infantiles, cadetes o alevines -como venía sucediendo- y que la captación será más difícil. Izco no debe devolver los dardos sobre el Athletic, como no los devolvió el viernes sobre el Barcelona cuando comunicó que el club azulgrana había seducido a un infantil de Tajonar. Izco, así las cosas, debería ser igual de comprensivo con los "sentimientos" que argumentó para entender la decisión del chaval y su familia como con los "sentimientos" de Muniain, criado como futbolista en la fuerte rivalidad de las disputas entre Chantrea y Osasuna.

izco, por otro lado, está en su papel cuando reclama más apoyo de las instituciones navarras, pero tampoco es necesario hacerlo buscando la comparativa con el Athletic y menos aún agitando el señuelo de la política para ver si alguien pica... Ni poner en tela de juicio las ayudas públicas a Aluvión, Monteagudo o Falcesino (no mencionó a estos clubes, pero se le entendía), porque aunque estén afiliados a otra entidad, nadie ha demostrado que sus promotores, dirigentes, aficionados y los familiares de los jugadores declaren en la Hacienda vizcaína… Izco, después de presumir de la interminable nómina de excelentes futbolistas formados en Osasuna y en Navarra, lo tiene muy fácil para fortalecer aún más al club. El mensaje es bien sencillo: reteniendo a un buen número de esos codiciados jugadores que tanto molesta a la afición que se vayan, Osasuna dispondría de la plantilla que los hinchas demandan para luchar por algo más que la permanencia; pero, para ello, hay que pagar (incluso ya de niños) lo que les ofrece el mercado. ¿Y es esto posible mientras las más poderosas empresas navarras no se vuelcan con el club, si los aficionados no llenan un estadio de solo 19.000 espectadores, si el número de socios es de 14.500...? Y si no se da lo anterior, no es por culpa de la política del Athletic ni del apoyo del Gobierno vasco a sus clubes… Ni del esfuerzo de los dirigentes rojillos. En Osasuna y en Navarra hay un trabajo bien hecho, pero sometido a unas limitaciones, algunas impuestas y otras asumidas. Así pues, menos lamentarse y más presumir de cantera, de toda la cantera navarra (también de Muniain y Gurpegui), que hay motivos para ello. Sostenemos un equipo en Pamplona y otro en Bilbao. ¿Alguien puede presumir de más?

Izco no tiene que convocar ruedas de prensa para rebatir a Gurpegi sino para presumir por el buen trabajo de cantera de Osasuna y el fútbol navarro