Sevilla. Tras el set (2-6) encajado el pasado sábado frente al Real Madrid, Manzano sabe que su equipo está obligado a ganar. "Deberíamos intentar por todos los medios no ir al campo del Espanyol a echar un match ball, tenemos que intentar que Osasuna sea nuestro Espanyol de dentro de diez días, no hay que pensar en Barcelona, sino en Pamplona, que hay que jugárselo todo. Esa es la mentalidad y la idea que voy a transmitir a los jugadores, vamos a ver si mañana (por hoy) conseguimos ese golpe de efecto", precisó.

En este sentido, consideró que conviene evitar el juego directo que suele plantear el cuadro rojillo. "Esperamos un partido más técnico que físico, más de juego a ras de césped que de juego aéreo. Al menos ésa es una de mis intenciones, no entrar en la principal virtud que tiene Osasuna, que es su poderío de juego físico y aéreo. Tenemos que utilizar la cabeza ante un rival que va a estar arropado por su público. El Zaragoza lo superó cuando echó el balón al suelo. Están a una victoria de la permanencia y será un partido de hombres que no den un balón por perdido", agregó.

Igualmente, puso de relieve la necesidad de evitar fallos a balón parado, sin olvidar que es justo ahora cuando hay que rendir al máximo, dada la trascendencia de cada punto. "En estas tres jornadas empiezan a jugarse las aspiraciones de todos los equipos, el de Osasuna es un partido complicado, pero tenemos que cambiar el chip del partido el sábado e intentar salir por todos los medios a ganar", destacó.

Manzano optó por pasar página sobre la goleada endosada por el Real Madrid en la pasada jornada liguera. "Tener un partido inmediatamente después de tener una derrota hace que estemos metidos de lleno en el próximo partido y no hayamos tenido mucho tiempo para castigarnos más", aseguró.

En lo meramente personal, el de Bailén admite las críticas que ha recibido tras ese revés a manos de los madridistas y, aunque explicó que le molesta "para nada" ser cuestionado matizó que "tampoco" le agrada, pero de todos modos comprende que es algo que "va con el cargo" de entrenador.

"Después de un 2-6 lo que hay que hacer es callarse, hay que aceptar lo que opine el entorno, pero no me pone nervioso. Cuando terminemos se valorarán las circunstancias por las que el equipo ha ido pasando. De momento tenemos que luchar por el objetivo, que es estar en Europa", concluyó.