josetxo Romero se despidió ayer de Osasuna. El jugador navarro de 34 años ofreció una rueda de prensa muy emotiva en la que rompió a llorar en varias ocasiones y donde hizo repaso a su carrera. Lo hizo con la presencia de su mujer, de directivos y empleados del club como Juan Pascual o Jose Gómez, y de los medios de comunicación. Antes del acto, el club le hizo entrega de una camiseta con el 314, sus partidos en Osasuna, como dorsal, y de unos paquetes de chicles. Se va Josetxo, se va un grande.

Pone fin a una vida como rojillo.

Sí, la verdad es que venía tranquilo pero me han recibido con una sorpresa cuando he llegado y ya... (rompe a llorar). Estoy un poco abrumado. Nunca me hubiera imaginado un día así tan importante. Creía que no era un nostálgico, pero esto me está superando. Estoy muy contento de haber pertenecido a este club en el que he pasado tantos años y de todo lo que he conseguido como jugador y como persona. Llegué desde Oberena siendo un crío y he ido evolucionando como persona. No pensaba que iba a pasar un día así.

¿Tiene equipo para la temporada que viene?

Ahora mismo, no. Me encuentro bien, con ganas de seguir y me gustaría quitarme la espina de lo que me ha pasado este año, pero mis circunstancias son las que son. Lo vamos a mirar con tranquilidad pero lo que tengo claro es que mi familia es lo más importante y, si no se da la oferta, me daría mucha pena pero tengo muy claro que no voy a hipotecar el futuro laboral de mi mujer por seguir jugando al fútbol, que ya ha aguantado mucho.

Entonces, ¿queda descartado el extranjero?

De momento estoy abierto a todo pero decideremos con tranquilidad. No descarto nada, ni fuera, ni dentro de España.

En estas últimas horas como rojillo estará recordando muchas cosas de su etapa en Osasuna.

He estado en casa preparándome para venir, estaba tranquilo, pero este momento me ha superado, pero no se me va a olvidar nunca. Para mí el fútbol ha sido algo muy bonito pero a lo que no le daba la importancia que tiene.

¿Y con qué momento se queda?

Es complicado, pero siempre he dicho que lo que viví en la Copa del Rey, no sólo el día del partido, sino todo el movimiento que hubo en la sociedad, siempre quedará para el recuerdo para los que lo vivimos en primera persona. Tuve la fortuna de vivirlo y siempre quedará ahí.

¿Tal vez antes no era consciente de lo querido que era?

Siempre he tenido una vida al margen del fútbol, estudiando y formándome. Igual por eso no le daba la misma importancia. Tenía otras cosas en las que pensar, en las que distraerme. Pero llega un día como el que estoy viviendo hoy y te das cuenta del aprecio que te tiene mucha gente.

Mira para atrás y ve a aquel chico de Oberena, ¿se imaginaba que iba a llegar a ser capitán de Osasuna?

Al principio no. Cuando pasé de Oberena era un crío, lo tomaba como diversión. He ido pasando etapas pero me las iba tomando de forma natural, sin marcarme un objetivo. Ni en mis mejores sueños me hubiera imaginado jugar tantos partidos.

¿Después de tantos años se va con alguna cuenta pendiente?

No. Hombre, claro que me hubiese gustado marcar algún gol, pero estoy orgulloso y contento. Me quedo con todo lo bueno que he vivido y conseguido. Lo que no he conseguido ahí se queda.

No fue fácil hacerse un hueco en la primera plantilla.

Para nadie es fácil llegar y asentarse. Cada uno tiene su historia. Cuando estuve cedido al Eibar o volví al Promesas no pensaba que iba a pasarme lo que me ha pasado. Pero tuve la suerte de que las cosas salieran bien y que hubo gente que confió en mí. Entonces dio un giro total mi carrera deportiva.

Ha jugado 314 partidos, ¿le da vértigo haber disputado tantos encuentros con el equipo de su tierra?

Nunca he sido de números pero ahora ves, lees y oyes que son muchos, que estás entre los que más ha jugado en Osasuna... Está muy bien y es motivo de orgullo.

Con tantos partidos jugados, ¿tendrá muchos agradecimientos?

Justo lo he estado pensando mientras me preparaba en casa, pero es complicado porque siempre te dejas alguno. A los primeros a la gente del Oberena cuando empiezas a ser persona, hasta los 16 años. Era una familia y me supieron aconsejar a mí y a mis padres. En Osasuna, estaban José Manuel Echevería y Mina, después los que nos enseñaron. Luego con Martín Monreal, que me hizo jugar siendo un juvenil con el Promesas. Debuté con Paquito en el primer equipo. Y qué voy a contar de Javier Aguirre cuando hemos vivido con él los mejores momentos de Osasuna. De todos los entrenadores aprendes cosas.

Usted, como jugador de canteras, ¿qué opina sobre la política del club?

No soy nadie para decir lo que tiene que hacer el club. Pero Osasuna siempre ha sido un club de cantera. Dirigir un club en Primera es muy complicado. Todo se hace con la mejor buena fe del mundo, sin ninguna mala intención.

¿Qué tiene Josetxo que siempre empezaba de titular y acababa siendo una pieza clave?

Pues no lo sé, pero lo cierto es que el año que estuve en Eibar me ayudó mucho para no rendirme nunca, a no venirme abajo, para seguir luchando cuando ves que no estás en el once titular. Esos años no fueron mucho pero me hicieron madurar y eso me ha servido para mi carrera. Seguir dándolo todo para conseguir darle la vuelta a la situación.

¿Se acuerda de su primer partido?

Fue en Almendralejo, con Paquito de entrenador. No era un momento bueno del club, estábamos en Segunda. Había muchos problemas, tanto externos como internos, pero tuve la suerte de que Paquito confiaba en mí. Eres un crío y te curte ir con hombres hechos y derechos. Los malos momentos te hacen aprender y crecer como persona.

¿Le hubiese gustado haberse despedido en el campo?

Hombre, claro. Las circunstancias fueron las que fueron. No tengo nada que achacar al club. Al revés, todo lo contrario. Claro que me hubiese gustado despedirme de la afición, como a todo el mundo, pero yo soy un hombre de club y nunca en mi vida exigiría nada a Osasuna. Estoy muy contento por cómo ha transcurrido todo y eso es con lo que me quedo.

¿Se espera que el club le haga un homenaje?

Yo no espero nada. Para mí, con lo de hoy estoy servido. Las muestras de afecto que he tenido hasta hoy, también. Si el club está dispuesto, lo que ellos quieran. Estoy agradecido, contento... todos los adjetivos que queráis poner. Yo, con esto, soy feliz.