David Timor: "Me da vergüenza que me pregunten por la falta que le hice a Xavi el día de mi debut"
Este valenciano, que llegó a Osasuna el verano pasado, se ha ganado a pulso el derecho a realizar la pretemporada con el primer equipo. Tiene la oportunidad tan cerca que aunque trata de despejarse la mente, reconoce que el reto que tiene le ronda sin cesar por su cabeza
pamplona. La excelente temporada del Promesas ha tenido mucho que ver, pero sin la confianza expresamente mostrada por José Luis Mendilibar sus opciones hubieran sido otras. David Timor (Carcaixent, Valencia, 17-1-1989) juega en el centro de campo y sorprende lo rápidamente que se ha integrado en Pamplona, lo identificado que está con los colores rojos de Osasuna.
¿Cómo se lo tomó cuando le comentaron que iba a hacer la pretemporada con el primer equipo?
Como un premio a la temporada que hemos hecho en el Promesas. Creo que algún otro compañero también se lo hubiera merecido, pero en este caso soy yo. Estoy con mucha ilusión y ganas de hacerlo bien para tratar de hacerme con un hueco.
¿De qué manera afronta un jugador sus vacaciones sabiendo que a la vuelta de la esquina puede quedar definido su futuro más inmediato?
Lo que tengo claro es que tengo que llegar en las mejores condiciones posibles y tratar de agradar al entrenador para que lo tenga difícil. La última decisión será la suya, pero no será fácil.
Dada su situación, y lo que tiene a la vista, lo previsible es que llegue físicamente a tope.
Sí, sí (se ríe). Ya he empezado a correr y todo. Quiero llegar con un buen tono físico.
Y hacerlo en casa sabe mejor.
La verdad es que sí, estoy en Valencia y no tengo intenciones de irme a ningún sitio. Aquí aprovecho para estar con la familia, salgo a correr por las mañana, doy una vuelta, lo normal en vacaciones.
¿Le está dando muchas vueltas al hecho de que por primera vez va a hacer la pretemporada con el primer equipo?
Algunas sí, pero lo llevo bien. Trato de no pensar mucho, pero no lo puedo evitar y todos los días me acuerdo algo. No sé qué pasará cuando llegue a Pamplona el 12 de julio, cómo irá todo, pero de momento voy bien.
¿Qué balance hace, en el aspecto personal y profesional, de su primer año en Osasuna?
En lo personal todo ha ido muy bien. Me adapté muy rápidamente, y con la gente muy bien. En el Promesas me encontré a un grupo muy bueno, todos nos llevamos bien y los resultados se han visto en el campo. Mis compañeros y el cuerpo técnico me han ayudado mucho.
¿Qué ha encontrado aquí para sentirse tan cómodo?
Quizás lo cercana que es la gente, es muy diferente a Valencia, todo es más cercano, más humano, y la gente te recibe muy bien, como uno más desde el principio. La verdad es que estoy muy a gusto y ojalá puede estar mucho tiempo. Estoy muy contento de poder jugar en Osasuna y espero que dure mucho tiempo.
¿Por qué tiene tan mala fama la afición valencianista?
Creo que es más exigente y cuando las cosas no salen critican mucho, pero cuando salen bien todo el mundo anima. La de Pamplona, en cambio, siempre anima, vayan las cosas bien o vayan muy mal. Me impactó mucho lo que pasó ante el Sevilla, que con 0-2 la gente no paraba de animar y con 3-2 se me pusieron los pelos de punta. Estábamos cuatro o cinco jugadores del filial viendo el partido en el campo y no paramos de darnos abrazos.
Cuando Camacho le incluyó en la convocatoria para jugar en Villarreal, aunque no llegó a jugar, ¿pensó que la meta estaba más cerca?
No, porque era consciente de que me llevó en la lista por las circunstancias del equipo, pero sí que piensas que estás más cerca y ves que cuentan contigo, pero tampoco me quise hacerme ilusiones por si no se repetía. Seguí trabajando a tope con el Promesas, ayudando al equipo y lo que llegase bienvenido iba a ser.
Su debut tuvo un marco inmejorable, pese a la derrota. Son de esos días que no se olvidan nunca.
Debutar en el Camp Nou, ante el mejor equipo del mundo y contra ocho campeones del mundo fue muy bonito, pero debutar en Primera siempre lo es, da igual el campo y el rival, siempre es especial, aunque es un estadio que impone mucho.
Aquellos once minutos en el Camp Nou dieron para mucho...
La gente del pueblo sí que me pregunta por el día del debut y qué me paso con Xavi por la falta que le hice a los 4 minutos de saltar al campo, (vio por ello la tarjeta amarilla), aunque me da un poco de vergüenza.
¿Pensó en algún momento, tras el cese de Camacho y la llegada de Mendilibar, que su situación deportiva podía cambiar?
No. Recuerdo que era un miércoles y que llegué temprano a Tajonar, como suelo hacerlo habitualmente. Iba al gimnasio, pasé por delante de su vestuario, me llamó y me dijo si sabía que iba a entrenar con ellos. No lo sabía porque nadie me lo había comunicado, pero esa semana la hice entera con el primer equipo, la siguiente también y a la tercera jugamos ante el Barcelona. Desde entonces he estado ahí.
¿Le ha dicho el entrenador qué espera de usted?
Hemos comentado cuestiones técnicas, es un técnico al que le gusta corregirte en los entrenamientos, pero de esas cosas todavía no ha hablado conmigo.
¿En qué posición cree que puede aportar más al equipo?
En el medio del campo he jugado en las tres posiciones, como se dice ahora: de medio defensivo, medio ofensivo y medio punta, y me encuentro a gusto en las tres. De todas formas, no estoy en posición de ser exigente, lo que quiero es jugar y ya está.