Síguenos en redes sociales:

Es el Reyno, no Old Trafford

Muniain fue una vez más el centro de las críticas de la grada en un derbi pleno de emociones

Es el Reyno, no Old Trafford

La culpa la tuvieron unas desafortunadas declaraciones que realizó el año pasado, en las que aseguraba no sentir ningún cariño por Osasuna, pero seguro que al chantreano le llegará el momento de poner la cuenta del reloj de nuevo a cero. Sería lo mejor para él, porque al margen de la rivalidad que siempre existirá entre navarros y vizcaínos, los derbis son para disfrutarlos y con una grada llamándole de todo no tiene que ser nada sencillo.

Pero es lo que tienen los partidos con tanta rivalidad. Se pasa de un extremo a otro en cuestión de segundos y por eso los gritos contra Iker perdieron intensidad en cuanto Osasuna se puso por delante. Es en ese momento cuando la afición comienza a pasarlo bien, cuando se olvida de los rivales y se dedica a animar a los suyos, pero sin olvidarse de los dardos que siempre pueden doler al contrario.

Y claro, después de escuchar hasta el aburrimiento alabanzas y más alabanzas por lo bien que lo hicieron los leones el jueves pasado contra el Manchester United, lo que le salió al aficionado rojillos era recordarles que el Reyno de Navarra no se parece en nada al mítico campo de Old Trafford. Allá ganaron ellos, en Pamplona gana Osasuna.

Fue, es verdad, un derbi menos tensionado, con algo más fútbol y con la misma pasión a raudales que siempre salta entre los dos equipos. Se pudieron escuchar los típicos cánticos sobre las canteras de Tajonar y Lezama, sobre la españolidad de los internacionales del Athletic y sobre las compañías femeninas poco aconsejables con las que han sido relacionados algunos de los jugadores del Athletic. Hubo cánticos que tuvieron su gracia y otros que es mejor no volver a repetir, pero ya se sabe que cuando se trata de desquiciar al contrario todo vale.

Que Old Trafford no es el Reyno lo sabe cualquiera. Y los jugadores del Athletic también, y Bielsa desde ayer, otro tanto. Y qué decir de Llorente, siempre tan quejoso cuando tiene que venir a Pamplona. Por cierto, y para que no haya malas intenciones, en ningún momento se escucharon gritos de ánimo hacia el Manchester para que elimine al Athletic, aunque más de uno lo pensó. Suerte.