Testiculina. Osasuna sacó de Europa al Athletic para arrebatarle su plaza de privilegio con una receta conocida y triunfadora: testiculina, balón parado y Andrés Fernández. No dejó triangular a los de Bielsa como acostumbran, hizo sus dos tantos en centros de Puñal, el primero afortunado, y el meta voló en el descuento para evitar el 2-2. Muniain estuvo a punto de volver a ser verdugo de los rojillos, pero el portero murciano sacó con una gran estirada su ajustado disparo en el descuento. Se ahorró al menos una cascada final de insultos, cada vez más desproporcionados e hirientes hacia él en Pamplona.

Diablos rojillos en el Reyno. El Reyno no fue Old Trafford para el Athletic, donde no se cumplieron los sueños de los leones, derrotados en un partido bravo, de los de toda la vida en Pamplona. Osasuna fue fiel a su escudo y a lo que siente y ganó a los héroes de Manchester planteando una batalla muy suya, la de los 'rojillo devils'. En Navarra también hay diablos. Osasuna se metió en puestos europeos y superó en la tabla al Athletic después de un encuentro marca de la casa. Fue un partido para medir futbolistas y hombres y no dar la cara fue innegociable.

Osasuna le jamó la tostada. Ningún campo se parece a El Sadar, no tanto por sus características como por las que distinguen a sus anfitriones, que en su hábitat demuestran ser agresivos y agobiantes hasta la extenuación. La cuestión radicaba en superar a los de Bielsa en esas facetas, al menos en el comienzo, a fin de orientar a su favor el resultado. Osasuna lo consiguió. Le jamó la tostada al Athletic, impuso su ley, adquirió una ventaja holgada y luego el asunto se redujo a gestionar los minutos tirando de sudor.

Más hambre que calidad. Osasuna volvió a retrasar el sueño del Athletic de concluir una jornada en puestos de Champions. Con más hambre que calidad, el conjunto 'rojillo' encontró en el balón parado la receta para combatir el fluido juego rojiblanco en la primera mitad, menos brillante que en los últimos encuentros. Un gol de Iturraspe en propia meta en el minuto 8 y otro de Raúl García cuando se cumplía la media hora de juego hirieron al conjunto de Bielsa, falto de una referencia en ataque durante la primera mitad.

Más solvencia. Patxi Puñal no tiene tantos años como Ryan Giggs. Ni Raúl García los galones de Wayne Rooney, pero Osasuna mostró bastante más solvencia que el Manchester United ante un Athletic más pesado que el jueves. La mayor parte de los duelos personales tuvieron color rojillo después del desafortunado gol de Iturraspe. A partir de ahí, Osasuna usó la cabeza como acostumbra, para rematar pero también para pensar y logró comer mucho tiempo al partido sin que ocurrieran grandes cosas.