Apercibimiento de cierre y multa
El incidente de los balones le supone a osasuna 3.000 euros y una advertencia seria
El Comité de Competición de la Federación Española de Fútbol ha impuesto a Osasuna una multa de 3.000 euros y el apercibimiento de clausura del estadio Reyno de Navarra, por lanzamiento de varios balones procedentes de la grada durante el partido del pasado domingo ante el Athletic Club. Al club navarro se le aplica el artículo 101.2 del Código Disciplinario. Competición también ha suspendido por un partido al delegado del equipo profesional, Iñaki Ibáñez, expulsado por el colegiado -se le aplica el artículo 114, el referente a la expulsión directa del terreno de juego-.
El árbitro del domingo, Alfonso Álvarez Izquierdo, relata el asunto del lanzamiento de los balones al campo como una incidencia que llevó a expulsar al delegado del equipo, Iñaki Ibáñez. "El delegado de campo fue expulsado en el minuto 74 por no poner orden en el control de los balones por parte de los recogepelotas y por lanzamiento de balones desde la grada en varias ocasiones", dice.
A lo largo del partido, en tres oportunidades hubo dos balones sobre el terreno de juego. Sin embargo, en una de ellas, en el segundo tiempo, la presencia de dos esféricos en el césped se produjo por la rapidez con la que un jugador del Athletic solicitó a un recogepelotas que le diera un balón para luego pasárselo a Andrés, que ya tenía otro en su poder. Aquí no hubo mala fe de nadie, sino una circustancia propiciada por la realización correcta de su trabajo -dar la bola- de estos nuevos especímenes de los campos encargados de controlar la salida de los balones del rectángulo. Las otras dos pelotas fueron lanzadas desde la grada.
A Osasuna se le aplica la sanción correspondiente del código disciplonario y el club rojillo no tiene previsto elevar ningún recurso.
El artículo 101, que trata de la alteración del orden del encuentro de carácter grave, en su punto 2 dice: "Se considerará infracción de carácter grave y será sancionado con multa en cuantía de 3.000 euros y apercibimiento de clausura, el lanzamiento de varios balones, o de cualquier otro elemento al terreno de juego procedentes de la grada, con independencia de si el juego está o no detenido".
"Cuando el lanzamiento se realice, al menos en una ocasión, por cualquier futbolista, por cualquiera de los integrantes de los banquillos (...), supondrá la expulsión directa del terreno de juego del autor de la misma y la imposición de tres partidos de suspensión. En caso de que no pueda identificarse directamente por el árbitro al autor, el primer entrenador del equipo al que pertenezca el autor será expulsado del terreno de juego por la comisión de una actuación no correcta, y sancionado con un mínimo de tres partidos de suspensión".