"Si un club rebaja su presupuesto 5 millones se tiene que notar; pero pensábamos estar un poco mejor"
PAMPLONA. Va a terminar 2012 con más sombras que luces.
Más que el año 2012, yo diría que ha sido la temporada 2012-13 la que ha tenido luces y sombras. El resto del año fue bueno para nosotros, pero sí es verdad que en esta campaña estamos dando una de cal y otra de arena. Nos ha faltado regularidad, una línea de continuidad, porque se puede ganar, perder o empatar, pero dando menos tumbos. Hay un día que da gusto ver al equipo y al siguiente está desconocido. Creo que eso nos está marcando.
Da la sensación de que el equipo no ha terminado de superar la ausencia de jugadores que resultaron decisivos la temporada pasada.
No es que el equipo no termine de superar esas ausencias, lo que sucede es que cuando un club rebaja en casi cinco millones de euros su presupuesto está claro que se tiene que notar. Nadie gana mucho dinero por ser un mal futbolista o por no aportar cosas; los que ganan fichas importantes son jugadores especiales, que te dan un plus que no es fácil de encontrar. Este año hicimos un esfuerzo económico grande, sabíamos que iba a ser así y lo asumimos con todas las consecuencias. No podemos rasgarnos ahora las vestiduras, pero sí pensábamos que íbamos a estar un poquito mejor de lo que estamos.
¿El riesgo que se adoptó, aun siendo necesario desde el punto de vista contable, pudo ser excesivo para las posibilidades del equipo?
Nunca sabes en el fútbol cuando te va ir bien o mal. Hay equipos que han confeccionado sus plantillas pensando en la Champions y han acabado en Segunda División... Lo que está claro es que si un equipo como el nuestro hace un esfuerzo así lo lógico es que tengas más problemas que antes. Estamos donde estamos y sabemos que Osasuna tiene unos límites.
Fue José Luis Mendilibar el primero en apuntar la posibilidad real de incorporar algún refuerzo en el mercado de invierno. ¿Existe el convencimiento en todo el cuerpo técnico de que es necesario?
Sí. Siempre que la situación se complica, y es lo que nos ha pasado a nosotros en esta temporada, y si hay algún jugador que pensamos que nos puede dar más de lo que tenemos, lo intentaremos, pero siempre pensando en las limitaciones económicas que vamos a seguir manteniendo. No vamos a tirar la casa por la ventana ni vamos a hacer ninguna locura, pero sí que podemos encontrar a algún jugador que nos dé un poquito más y que nos ayude a que el equipo encuentre la línea.
¿Cree que hace falta un jugador de centro de campo, que dé salida al balón y que solucione el problema del juego en ataque, o más bien buscan un realizador, dada la falta de gol que ha tenido el equipo?
No me gusta hablar de nombres ni de posiciones. Prefiero dejarlo así y si hacemos cosas ya se sabrán en su momento y servirá para ver donde pensamos nosotros que tenemos más necesidades. No me gustaría que salieran detalles ahora sobre posiciones o nombres y que luego no se puedan concretar. Pero que quede claro que no vamos a traer por traer; si no estamos convencidos no lo haremos.
Pero el hecho de que el primer nombre en salir a la luz haya sido el de Nekounam, un jugador para el centro del campo, puede ser un indicio de lo que están buscando.
No sé quien ha sacado ese nombre, yo no he sido, y ni voy a desmentir ni confirmar nada. Hablamos con el presidente y analizamos nuestras impresiones y luego entre todos tomaremos la que esperemos sea la mejor decisión.
¿Le gustaría personalmente el regreso de Nekounam por el perfil de jugador de que se trata?
No debo hablar ni de Neko ni de ningún otro jugador en particular que esté fuera de la plantilla.
¿Negociar en estos tiempos de crisis le será especialmente laborioso?
Ojalá podamos salir pronto de esta crisis que afecta al país, no solo al fútbol, y todo tenga mucho más sentido del que tenía hasta ahora. Está claro que todo estaba un poco desorbitado y ahora se está volviendo a su ser. Nunca me he quejado de las limitaciones para fichar en Osasuna. Sé donde estoy y es donde quiero estar.
¿Qué análisis hace el cuerpo técnico de los fichajes que llegaron a principio de temporada?
Estamos contentos con el nivel que nos está dando la gente que llegó al equipo, todos están teniendo presencia en el equipo y dentro de los niveles que pensábamos que nos podían aportar estamos satisfechos.
Tal vez el rendimiento del internacional ghanés Annan, que llegó cedido procedente del fútbol alemán, no está siendo el esperado. De todos, es el que menos ha jugado y encima ahora se tiene que marchar a la Copa de África.
Sí, teníamos muchas ilusiones en él, venía con un buen curriculum y le habíamos seguido hacía tiempo. Pensábamos que nos iba a aportar más desde el principio, pero es muy tímido e introvertido y le está costando mucho la adaptación, el idioma y meterse dentro del grupo, y eso se paga dentro del campo. Pero nos tenemos que acordar de Lekic el año pasado, que empezó horrible, que le costó adaptarse, y que cuando se fue estaba dando su mejor nivel. Hay jugadores que dan lo mejor pasado un tiempo.
En el otro lado de la balanza hay que situar sin duda a Arribas, uno de los jugadores más destacados del equipo y del campeonato.
Ya sabíamos como era. Lo conocemos desde hace muchos años y ya le quisimos traer al Promesas hace tres o cuatro temporadas. Es un jugador que compite muy bien, con un nivel de concentración importante, que sabe lo que tiene bueno y lo que tiene malo y que aprovecha al máximo sus virtudes. Está jugando a un buen nivel.
El que está sabiendo aprovechar su oportunidad es Raoul Loe.
La gente joven lo que necesita es tiempo y cada vez van a ir a más, van a encontrarse mejor y creo que el tiempo pondrá a cada uno en su sitio.
¿Lo pasó muy mal en la víspera del partido en Cornellá-El Prat ante el Espanyol?
Sí. Siempre antes de un partido y más en la situación en la que estábamos me cuesta estar tranquilo, pero sí hay que reconocer que fue un partido especial, que marcó el devenir de todo.
Fue una semana en la que el futuro del entrenador estuvo rondando todo el ambiente.
El fútbol funciona como funciona y todos los que estamos aquí lo sabemos. No sé si el puesto del míster estaba en cuestión, pero sí pensé que el fútbol no estaba siendo muy justo con Osasuna esta temporada. No hemos mantenido una línea regular, pero analizando los partidos uno a uno se ve que en casa pudimos ganar la mayoría, pero no tuvimos esa pizca de suerte necesaria para hacerlo. Ganar a Barcelona, Mallorca o Valladolid hubiera ayudado, pero al no hacerlo se nos ha complicado todo un poco. También nos están marcando los errores arbitrales en esta primera vuelta, muy poco productiva en cuanto a puntos.
Lo que sí demostraron con claridad los jugadores en Cornellá es que estaban a tope con su entrenador.
Mendi tiene sus cosas buenas y sus cosas malas, como todo el mundo, pero es muy legal, va de frente y los jugadores saben como es. Es un gran profesional y los jugadores sacan ese plus que casi siempre saca este equipo cuando se encuentra con el agua al cuello. Necesitamos vernos ahogados para dar ese punto de más en intensidad. Sería importante encontrar ese espíritu de competitividad estando un poco más desahogados, seguramente estaríamos más tranquilos en la clasificación.
El regreso a la competición liguera, con el partido en Sevilla y la posterior visita a Pamplona del Real Madrid antes de acabar la primera vuelta, no se presenta nada sencillo.
Ahora no podemos pensar más lejos que en un partido. Hay que ir a Sevilla, en un estadio difícil ante un rival complicado, a mil por hora, a morir en el campo e intentar sacar lo que podamos. No podemos ir entregados porque si no nos puede suceder lo peor. Después ya vendrá el Real Madrid y habrá que pensar en que tenemos que ser nosotros, en ser agresivos y competitivos. Estoy convencido de que vamos a tener nuestras opciones en los dos partidos, otra cosa es que estemos acertados o que el rival lo esté más.
De lo que no queda duda es que con los 14 puntos que tiene Osasuna en estos momentos habrá que pelear hasta el último partido para lograr la salvación.
Está clarísimo. Las diferencias cada vez son un poco mayores con los equipos con los que podemos competir y la segunda vuelta va a ser durísima. Cada partido va a ser una final, un partido a vida o muerte, pero eso nos pilla de sorpresa. Han sido muchos años en esta situación y siempre lo hemos podido sacar. Hay que pensar que ya no hay margen de error, en cada punto en juego nos va la vida en ello.