PAMPLONa. Osasuna juega otro partido vital para sus intereses contra un rival directo. ¿Hay que ganar sí o sí al Levante?
No entiendo otra manera de afrontar los partidos. Siempre hay que ganar. En el prepartido siempre valoramos la importancia de los puntos. Todavía queda muchísimo para decir que los puntos no son determinantes. Para nosotros cada partido es vital y así lo afrontamos. Sobre todo, un encuentro en casa todavía cobra más importancia después de una salida en la que no hemos sido capaces de puntuar.
Será necesario que el equipo mantenga la mejoría que experimentó en el Calderón.
Mejoría o no lo dejo para vuestros comentarios. Internamente sí siento que el equipo está vivo, animado, con mucha ilusión, y que va recogiendo recompensas de parte del trabajo que está haciendo. Me alegra que lleguen ciertas recompensas, ante el Elche en forma de puntos, y frente al Atlético de forma más anímica que real. Al equipo lo percibo con otro ánimo y con otra ilusión.
¿En que nota la mejoría anímica?
En la convivencia que tengo con ellos. Cómo disfrutan las sesiones, cómo hacen los ejercicios, el estado anímico que se respira en el ambiente. Soy optimista porque veo al equipo un poco más vivo. Cuando digo vivo lo digo en ese sentido. Más de alegría, optimismo, un poco de todo.
Osasuna juega en casa contra un rival directo. ¿Cambiará el planteamiento?
Ese es mi trabajo. Ya veremos cuál es la mejor opción para conseguir la victoria. No es lo mismo enfrentarse a un Atlético de Madrid fuera de casa que a un Levante en casa.
¿Necesitará jugar con dos puntas?
Puede ser con dos puntas o con un punta y medio. El juego es cosa de dos. Osasuna en casa tiene que mostrar otra cara diferente a la del Calderón en cuanto a juego e ir a la búsqueda del Levante. Ante el Levante y en casa, tenemos que jugar diferente incluso que en el partido contra el Elche. Hay que hacer un partido de más dominio, con más alternativas de ataque. El rival nos va a obligar a hacerlo continuamente si queremos superar ese entramado defensivo que va a presentar.
¿Cómo tiene que jugar Osasuna ante la propuesta que hace Caparrós?
A Caparrós lo conozco bien porque lo tuve de entrenador en el Villarreal. Sé como es. Ves su equipo este año y sabes que sus números de fuera de casa son mejores que los de casa, cuatro puntos contra tres. La única victoria ha sido fuera, en Vallecas. También es cierto que ha jugado tres partidos en superioridad numérica por expulsiones en el rival. Eso le ha servido para sumar dos empates y una victoria. Sus equipos son aguerridos, muy trabajadores. Es cierto que han encajado once goles, pero siete han sido contra el Barcelona. Los otros cuatro son en el resto de los partidos, y si nos fijamos en ese dato podríamos concluir que este equipo se podría situar entre los menos goleados. Quitando ese partido del Barcelona, encaja poco gol. Tampoco tiene mucha facilidad goleadora, lleva cinco goles como nosotros y no va a ser un equipo que venga aquí a jugar de manera muy abierta. Nos va a esperar intentando madurar el partido. Va a ser un partido de paciencia, de buscar alternativas en nuestro juego de ataque distintas a las que hemos empleado hasta ahora. También debemos tener confianza en nuestras opciones. El rival no va a venir a jugar de forma muy abierta, nos esperará, va a trabajar y madurar el partido y poco a poco buscará la puerta contraria. Habrá que tener paciencia, movilidad y valentía para poder hacer un juego diferente.
Ha sido pupilo de Caparrós. ¿Qué supone para usted enfrentarse ahora a él en el otro banquillo?
Para mí es una alegría, porque tengo un gran recuerdo de él. Nos trató fenomenal aunque su etapa no duró mucho en el Villarreal. Profesionalmente tiene su andadura en Primera. Le tengo bastante aprecio.
Después de un mal comienzo de Liga, ¿es hora de dar carpetazo a esta fase inicial?
Es una oportunidad de dar un saltito, un salto hacia adelante, pero queda mucho por hacer y dar. Puede ser un paso más, pero importante de cara a consolidar nuestra fortaleza en casa, a vernos como uno más de los equipos de nuestro nivel, y no estar de farolillo rojo, que pesa.
Si se tiene en cuenta el calendario que viene ahora, ¿los puntos ante el Levante aún son más importantes?
Yo prefiero dar importancia a los puntos que nos jugamos en cada momento. No es cuestión de cargarnos de responsabilidad ni de liberarnos de ella. No nos podemos volver locos. Depende de las sensaciones del partido. Se puede ganar o perder de muchas maneras. El resultado es lo que todo el mundo valora y nos ayudaría muchísimo que fuese una victoria.
Un partido al mediodía.
Ahora, cuando te levantas, no sabes qué día es ni la hora. Hay partidos en martes, lunes, el próximo en viernes... Vamos un poco desorientados, pero es cuestión de pararse a pensar diez segundos y te vuelves a situar otra vez.