pamplona - El final del partido ante el Albacete, en la pasada jornada, con el equipo en Segunda División -es decir, un encuentro para nada señalado en esta parte gris de la vida de Osasuna-, se ha hecho un sitio en la historia del club ya que se vivieron hechos que hasta entonces nunca se habían producido.
A la colosal muestra de ánimo de la afición durante los 90 minutos -en otros momentos también ha habido días de trueno, pero con otra carga emocional- se unió la correspondencia en forma de muestra de afecto de los jugadores, que se mezclaron con la grada y compartieron unos minutos de osasunismo como nunca se había visto -al estilo de la Bundesliga, han recordado algunos-.
Jugadores y técnicos de Osasuna, pero también los responsables del equipo rival, el Albacete, reconocieron el alto papel de la hinchada en el despliegue del equipo durante el partido y en la consecución, gracias al juego sin desmayo, de los tres puntos.
En El Sadar quedan tres encuentros para decir adiós a la temporada y el listón se ha puesto muy alto en cuanto a combatividad de los aficionados y respuesta de los jugadores. Con una entrada relativamente discreta -no se llegó a los 14.000 espectadores-, el ambiente resultó excepcional. El reto de no estar callado en los tres partidos que restan va a poner muy interesante el estadio. - J.S.