pamplona - En ese reiterado mensaje del actual entrenador, Martín Monreal, sobre la importancia de saber de dónde venimos y a dónde vamos para luego tener bien asentados los pies en el suelo, la parte histórica, la que recoge los orígenes y el día a día de la institución desde sus inicios, sigue siendo una asignatura pendiente. Por eso, hoy que Osasuna cumple 96 años es una buena ocasión para reivindicar la figura de quien fue su primer presidente, Eduardo Aizpún Andueza, ignorado en la información oficial del propio club expuesta en su web, pese a la documentación reiteradamente ofrecida en los últimos años por este periódico. Aizpún no consta en la relación de los presidentes, pese a ocupar el cargo en cuatro periodos diferentes en los años veinte y haber recibido en 1922 la distinción como primer presidente honorario.
El hecho de que Osasuna no conserve su primer libro de actas ha sostenido en el tiempo varios errores importantes que por repetidos han quedado enquistados y dados por buenos. Además de mencionar a Joaquín Rasero como primer presidente y relegar al olvido a Aizpún, el club mantiene en su página oficial de internet como fecha de fundación el 17 de noviembre de 1920 cuando conserva en su poder copias de la asamblea celebrada el 24 de octubre de 1920 y en la que la Sportiva decidió cambiar su nombre por el de Osasuna y eligió como presidente -por unanimidad de todos los presentes- a Aizpún. Su firma aparece al pie de ese acta fundacional redactada por el secretario del club, Ignacio Perillán Ortiz de Urbina. En ese mismo día, Osasuna disputa su primer partido, como recogen las hemerotecas y la memoria de sus primeros futbolistas.
Además, los apellidos Aizpún Andueza tienen mucho que ver en el nacimiento de Osasuna. Eduardo fue un futbolista local de larga trayectoria, jugando, desde 1909, en el Pamplona FC, Iruña FC, Racing Club y Amaya. Y en el Sporting de Salamanca en su época de estudiante de Derecho en aquella ciudad. Con Osasuna se alineó hasta junio de 1921. Su planta lo presenta como un defensa robusto y temperamental, “un jabato”, en palabras de Jokintxo Ilundain, que lo describía así: “El huracán de Eduardo Aizpún; también fue un renovador de la vestimenta futbolística. Pantalón corto, manga remangada, gran bulto de espinilleras y silueta atlética”.
Pero tan importante como Eduardo es el papel desempeñado por su hermano Marcos, un periodista que en las páginas de El Pueblo Navarro alimentó con sus artículos la idea de fundar en Pamplona un equipo sólido, que huyera de las rivalidades y apostara por poner a la ciudad en el mapa del fútbol, ya muy extendido y consolidado para entonces en el resto del Estado. Si pudiera señalarse quién fue el primer ideólogo de Osasuna, ese sería Marcos Aizpún Andueza.
Como queda dicho, Eduardo Aizpún compaginó en los primeros meses de vida del club la labor institucional con la deportiva. Su firma aparece en documentos remitidos al Gobierno Civil, en el primer reglamento de la naciente sociedad (15 de noviembre de 1920) y su apellido en las alineaciones de los primeros encuentros. Movilizado para combatir en la Guerra del Rif (el periodista Garcilaso lo cita en algunas de sus crónicas desde el escenario de la contienda), a su regreso, en la primavera de 1922, recibe un homenaje del club.
Aizpún ocupará la presidencia de Osasuna en otros tres periodos diferentes: segundo semestre de 1923, primero de 1924 y segundo semestre de 1925 (en este sustituyendo a Francisco Indave, que tampoco figura en la información que ofrece el club). Esta alternancia en el cargo se sostiene en que los estatutos de la naciente sociedad reflejaban entonces que había que cambiar a la mitad de la junta directiva cada seis meses. Muchas veces, en esos primeros años, no pudo llevarse a efecto por la ausencia del número requerido de candidatos.
Sus distintas etapas al frente del club coincidieron con algunos hechos reseñables. En los deportivo, Osasuna disputó su primera final, el Campeonato de España de la Serie B, que perdió en Sevilla (2-1) ante el Acero de Bilbao en mayo de 1924. Otra decisión socialmente relevante fue la admisión “sin pagar cuota alguna de entrada” de las mujeres que quisieran ser socias rojillas. También en lo institucional se adoptó el acuerdo de cambiar los estatutos para que la elección para un cargo fuera por dos años, cesando en los pares el presidente.
Eduardo Aizpún fue sustituido en el cargo en enero de 1926 por Rafael Álvarez Enciso. Desde esa fecha, el abogado, que en 1925 había ingresado en la Carrera Judicial, se alejó de la estela de Osasuna para desarrollar su carrera profesional.
el deportista
Bicicleta, frontón y caza
Aizpún fue practicante y divulgador del fútbol, además de realizar incursiones en otras modalidades. El libro sobre la historia del CD Ribaforada, escrito por Aurelio Gómez, recoge literalmente el fragmento de una carta del primer presidente rojillo en la que resume su afición por los deportes: “Respecto a mis méritos deportivos, pocos son los que yo puedo alegar, porque en aquellos tiempos se practicaba el foot-ball como juego, por propia complacencia, y así jugué en el Pamplona C de F, que creo fue el primer club de Navarra, en el Racing Club pamplonés, en el Iruña C de F y, finalmente, en el Osasuna, que fundamos un pequeño grupo de entusiastas de dicho deporte en el año 1920, habiendo sido jugador, presidente, vicepresidente y presidente honorario. Tuve también gran afición a practicar la bicicleta, la moto y la caza, hasta que ingresé en la Carrera Judicial en 1925, en que abandoné estos deportes, excepto la caza que ha sido mi hobby favorito hasta hace pocos años, y la pelota, en su modali- dad de pala, aquí en Barcelona, con mis hijos y en frontón particular”.
Estas son unas breves pinceladas sobre la figura de Eduardo Aizpún, que 96 años después sigue siendo uno de los grandes olvidados de la historia de Osasuna.
impulsó el fútbol en ribaforada
El amor... al deporte. Eduardo Aizpún es reconocido en Ribaforada como introductor del fútbol en la localidad e inspirador del primer equipo, que en un principio se llamó CD Imperio, según relata Aurelio Gómez. El abogado adoctrinó primero a los jóvenes del pueblo sobre el reglamento y luego los puso a jugar en un campo improvisado. Más tarde, les invitó a presenciar un partido de Osasuna en San Juan y les regaló un balón. Según cuenta Gómez en Historia del CD Ribaforada, ese afán por llevar el fútbol a la localidad ribera tenía algo que ver también con una chica a la que entonces Aizpún rondaba. Eso si que era fútbol... por amor.
DNI. Eduardo Aizpún Andueza nació en Pamplona en 1895 y falleció en Barcelona el 16 de marzo de 1974. Casado con María Carmen Terés de Aguinaco, de Marcilla, tuvieron cuatro hijos, todos ellos nacidos en Barcelona: Eduardo, Antonio, María del Carmen e Ignacio.
Familia. Su padre, Simón Aizpún Iraizoz, fue Oficial de Sala de la Audiencia Territorial de Pamplona, cargo que desempeñó durante más de 49 años. De sus cinco hermanas y tres hermanos, cabe citar a Marcos, periodista, funcionario de Justicia y militante de izquierda, que fue represaliado, junto a su esposa, la inspectora de Primera Enseñanza Rosaura López, a raíz del alzamiento militar de 1936.