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“Ese pago a Castelino, ¿no es una gratificación de Izco?”

El juez sospecha que el auditor Adolfo Suárez cobró del club a través de la firma holandesa en junio de 2012

“Ese pago a Castelino, ¿no es una gratificación de Izco?”Iban Aguinaga

Pamplona - El exauditor de Osasuna, Adolfo Suárez Lopetegui, declaró ayer en calidad de investigado en la pieza principal del caso Osasuna, en la que se investigan los amaños de partidos y las salidas irregulares de dinero del club durante las dos temporadas del mandato de Archanco. Suárez, que compareció durante dos horas y media, está señalado en la causa por la carta de manifestaciones que obligó a firmar a los miembros de la junta gestora, en la que daban por buenas las facturas y el contrato de Flefield, sociedad del paraíso fiscal de Madeira a la que se desviaron 1,4 millones de euros del club con documentación falsa. Por esta actuación y por otra anterior en la temporada 2012/2013, en la que dio por buenos para contabilizar en la auditoría dos simples recibís que justificaban la salida de 900.000 euros del club a dos agentes inmobiliarios de Terrassa, conocidos del entonces directivo Txuma Peralta. Por estas dos actuaciones ha sido sancionado por el Instituto de Auditores de Cuentas. Por si fuera poco, Suárez también tuvo que responder al hecho de que la firma holandesa Castelino le transfiriera 325.500 euros el mismo día que Osasuna abonaba a dicha entidad 350.000 euros, en una operación que fue denunciada por la auditoría elaborada recientemente en el club.

Ayer, en sede judicial, Suárez repitió las explicaciones que había dado a dicho pago. Así, dice que Castelino le abona ese dinero por sus gestiones de intermediación a favor de la empresa Fertiberia, que quería adquirir dos plantas de amoniaco en Argelia y, según su propio testimonio, Suárez era el enlace con Cristóbal Tomé, hombre de negocios ya fallecido y que era el impulsor para que la operación saliera adelante. A esto hay que añadir que Suárez también explica que Osasuna pagó a Castelino por tratarse de una remuneración pactada en el contrato del jugador Jukka Raitala, contrato que curiosamente solo figuraba en el despacho del propio exauditor, lo que levanta las sospechas del juez, cuyos investigadores no han encontrado nada a este respecto en la sede del club.

A Suárez se le desmontó ayer en cierta manera esta defensa, puesto que también declaró por videoconferencia el director general de Fertiberia, Francisco de la Riva, quien dijo que había coincidido con Suárez un par de veces en comidas, pero que éste no tuvo una faceta relevante en las gestiones de Argelia. Al menos, no tan relevantes como para abonarle 325.500 euros. El exauditor alegó al respecto que esas gestiones duraron tres o cuatro años en los que él estuvo “adelantando dinero” en comidas y viajes. “Señoría, iba a Madrid una semana tras otra”, le dijo al juez.

Sin embargo, al instructor Otamendi poco le convencieron las palabras del exauditor del club navarro, ya que cuestionó a Suárez si ese dinero que le llegó desde Holanda no respondía más bien a otro motivo: “Le diré lo que creo -expuso el juez-: Ese pago de Osasuna a Castelino, ¿no es más cierto que es una gratificación por sus servicios que le concede el señor Izco cuando éste abandona el club?”. Dicha cantidad se contabilizó en Osasuna en junio de 2012, precisamente cuando Izco dejaba la presidencia y Archanco todavía no había sido proclamado. Para ahondar en la cuestión, Otamendi le insinuó también al exauditor del club si el hecho de la diferencia entre las cantidades abonadas (350.000 euros que salieron de Osasuna y 325.500 que recibió Suárez) no se corresponde con un 7% de comisión, que es lo que podría haberse quedado Castelino por limpiar ese dinero. “¿Por qué un pago de 325.500 euros? ¿A qué se deben esos 500, señor Suárez? Si a mí me dieran 325.000 euros, no sé para qué quiero los 500”, vino a decir el juez, que añadió que los 24.500 euros de diferencia son un 7% de los 350.000 euros que pagó Osasuna y que, por tanto, esa podía ser la comisión de Castelino. Suárez negó rotundamente estos extremos y dijo que jamás recibió dinero de Osasuna que no fuera el abonado por sus auditorías (80.000 euros al año).