Almería - Osasuna ratificó sus credenciales como equipo destinado a elevadas misiones en esta temporada con la importante victoria de ayer en Almería. Se trataba de un partido cargado de cierto simbolismo porque el entrenador, Jagoba Arrasate, se había encargado de añadirle gravedad y exigencia para él y para el grupo. Espoleados por una interpretación ambiciosa, por la necesidad de demostrar con resultados que se sabe jugar y ganar también más allá de la zona de confort de El Sadar, Osasuna estuvo a la altura de ese reclamo y se llevó los tres puntos para Pamplona.

En un partido equilibrado, con muchos minutos de sometimiento y algunos apuros, el asalto al escalafón superior de la zona noble vivió un episodio interesante ante un rival exigente. Las habilidades de la nueva pareja de ataque, Brandon y Rubén García, resultó decisiva para el final feliz del encuentro.

Arrasate le dio una vuelta de tuerca a la alineación porque asume que la búsqueda de la tecla para fuera de casa debe entender de cambios, ajustes y maniobras. El técnico rojillo y su grupo de colaboradores se han ganado su cuota de autoridad porque han dado muestras de que saben manejar momentos y futbolistas, que hay aportaciones desde la banda que se notan. En el partido de ayer, además del relevo obligado de Íñigo Pérez por el sancionado Fran Mérida, hubo tiempo para recuperar oxígeno para Unai García y Juan Villar, que dejaron su sitio en el once a Aridane y Brandon, respectivamente. En el caso de los centrales, supuso un cambio de perfiles similares en cuanto a su cometido; en el ataque, las características del mallorquín anunciaban más presión al rival desde el primer metro y galope todo el rato.

De la mezcla entre Brandon y Rubén García, precisamente, llegaron las dos ocasiones del primer tiempo. En la primera, fue Rubén quien centró y Brandon el rematador que estrelló el balón en el poste. En la segunda, también sobre la media hora de juego, el segundo fue el asistente del primero, que esta vez probó con el pie los reflejos del meta local, René, que envió el balón a córner con una soberbia estirada.

Fueron los instantes más peligrosos de los dos equipos en los que hubo protagonismo de los rojillos dentro de una primera mitad frenética, en la que se jugó a un ritmo endiablado en algunas fases, circunstancia que propició un fútbol impreciso, con numerosas pérdidas de balón. El Almería se comportó como habían anunciado los prolegómenos, con profundidad y ambición cuando tuvo el balón, pero con un repertorio ofensivo mínimo que no se tradujo nunca en un disparo entre los tres palos.

Un primer tiempo equilibrado y con mejores ocasiones de Osasuna, sin embargo, necesitaba algo más que este relato de buenas maneras, sin peligro alrededor de la puerta propia.

El Almería salió mejor en el segundo tiempo y, de hecho, a los dos minutos firmó su primera ocasión de gol en un remate de cabeza. Espoleado por la jugada y con más ímpetus para meterse en la faena y llevar el mando, el conjunto andaluz sostuvo el partido en su guión muchos minutos. Incluso el técnico local incidió en su equipo con dos cambios para incrementar el número de delanteros y buscar acompañante a Álvaro, que tuvo a Demirovic a su lado.

Dominado y sin salir de su campo con claridad, la primera opción de Arrasate fue aumentar la presencia de físico por el centro y dar volumen al despliegue con Luis Perea como primera opción de presión, como un atacante con otro papel. A Rubén García le tocó entonces irse a un banda y por ahí llegó el gol. El único del partido. El de la victoria de Osasuna.

Acertados en el primer tiempo en sus combinaciones, el delantero volvió a mirar área para encontrarse de nuevo con Brandon. El atacante remató en posición inverosímil y sutil para marcar en la primera jugada de ataque de los rojillos del segundo tiempo. La pareja de delanteros por la que apostó el técnico estaba resultando letal para la suerte del enfrentamiento y también para la de Osasuna.

Aguerrido el Almería hasta el final, Osasuna vivió momentos de apuro en los últimos instantes del encuentro, con un remate al poste de Álvaro y disparo a las nubes en la misma acción por parte de Demirovic, y muchos centros sobre su área y segundos remates. Para estar con los mejores, hay que saber sufrir.

AlmeríaOsasuna

5Tiros a puerta3

7Tiros fuera5

5Ocasiones de gol3

17Faltas cometidas18

257Pases acertados174

8Córners5

4Fueras de juego7

56%Posesión44%

1Intervenciones del portero2