pamplona - Llevar el brazalete de capitán en cualquier equipo no es cosa cualquiera porque al fin y al cabo se trata de llevar una parte del estandarte de club, incorporar un rasgo de representación a la indumentaria, también señalarse en el campo y también fuera de él. Si, como en el caso de Osasuna, el porteador de este sello distintivo es un futbolista de casa, una de esas rara avis que salen de la cantera, las connotaciones se multiplican y mucho.

Entre las palabras que dejó ayer para el recuerdo y la reflexión Miguel Flaño destacó una frase concluyente: “Mi vida es Osasuna”. La afirmación no carece de fundamento porque con 27 años de pertenencia a un equipo no se puede decir otra cosa.

Desde que con 7 años llegara a Osasuna a realizar unas pruebas, el central de Noáin fue subiendo por la edad y sus cualidades en el escalafón de los equipos del club navarro hasta que, hace quince años, le tocó entrar en la disciplina de la primera plantilla.

Central a lo Cannavaro, por aquello de que la potencia y el empuje borraban la falta de centímetros para desempeñarse por el eje, al canterano le llegó la oportunidad en la tercera jornada de Liga de la temporada 2004-05. Fue el 18 de septiembre en El Sadar cuando en el partido ante el Betis le tocó saltar al terreno de juego en sustitución de Carlos Cuéllar. Fueron los 17 minutos finales de un encuentro frenético, lo que le ha tocado casi toda su vida en Osasuna, que resolvió Milosevic a ocho minutos del final (3-2). Fue Javier Aguirre, el entrenador con mayores éxitos en la historia de Osasuna, quien le dio la alternativa, como también había hecho con su hermano Javier.

Habitual desde entonces en los planes de los entrenadores, su primer gol llegó en la campaña 2006-07, con Ziganda en el banquillo. En la 37ª jornada de Liga, el 9 de junio, Osasuna se daba un festín en el Benito Villamarín (0-5) y le correspondió al central abrir el marcador con un gol a la media hora a los que se fueron sumando los de Webó, Valdo, y Kike Sola en dos ocasiones.

Pese a que las lesiones le respetaron, en la campaña 2016-17 sufrió el más grave percance de su carrera cuando el 10 de diciembre, en el partido contra el Barcelona en El Sadar (0-3), se rompió la rodilla. Flaño sufrió la rotura del ligamento cruzado anterior y del menisco externo de su rodilla izquierda. A la fatídica marcha del conjunto en Primera, en aquel tiempo con Joaquín Caparrós al frente del equipo, se unía la lesión de uno de sus hombres importantes que, lógicamente, ya no regresaría a los terrenos de juego hasta la temporada siguiente, ya en Segunda División.

Desde entonces, al central le ha correspondido un papel secundario ante la aparición de nuevos elementos de la cantera, caso de David García y Unai García, y de algunos refuerzos traídos para el eje, como Aridane.

Sus últimos minutos como osasunista en El Sadar fueron ante el Alcorcón (2-1), en la 18ª jornada de Liga y sus últimos instantes como rojillo fueron un partido más tarde, en la victoria en Reus (0-1), en el último encuentro del año pasado. Tres minutos en lugar de Brandon fueron sus últimas aportaciones a su larga historia en el club. Dispuesto en cuanto se le reclamaba, como siempre.

Con once años en la Primera División, con campañas realmente brillantes a sus espaldas en medio de trayectos espléndidos para el osasunismo, a Miguel Flaño también le correspondió ponerse en el punto de mira del Athletic, aunque en aquellos tiempos en Osasuna se llegó a hacer, de la manera que fuera, un planteamiento económico interesante y con una perspectiva de años en el horizonte como para que el central de Noáin no se marchara.

Como capitán y hombre de la casa, a Miguel Flaño le ha tocado dar la cara especialmente en las jornadas más difíciles del osasunismo y en aquellos días en los que parecía que no había consuelo para el hincha. En aquel dramático descenso a Segunda -después de la larga trayectoria de muchos años en Primera División-, al día siguiente de aquel fatídico encuentro en El Sadar contra el Betis, el futbolista fue de los que habló largo y tendido en Tajonar, recordó la responsabilidad de los jugadores y sus palabras hablaron del compromiso para retornar cuanto antes a la máxima categoría. Compromiso es otra de las palabras que ha definido su discurrir futbolístico en Osasuna.

Miguel Flaño ya forma parte del pedestal de futbolistas con decenas y decenas de partidos a sus espaldas y también de ese grupo selecto de jugadores que han tenido la dicha de la capitanía. Como lo fueron José Manuel Echeverría, Patxi Rípodas, César Palacios, César Cruchaga, Patxi Puñal entre otros, ahora como Oier Sanjurjo o Roberto Torres, a Miguel Flaño le toca un sitio entre ellos para siempre. Aunque ahora esté batallando por otras partes. El 4 queda libre.

338

Son los que ha sumado Miguel Flaño en todas las competiciones, lo que coloca en el sexto del ránnking histórico.

Los encuentros

Primera División236

Segunda División77

Copa del Rey23

Liga Europa2

Los goles (13)

Primera División10

Segunda División2

Copa del Rey1

Temporadas en Osasuna (15)

Primera División11

Segunda División4

Ránking histórico

1. Patxi Puñal 513 partidos

2. César Cruchaga 386

3. Javier Castañeda 362

4. José Manuel Echeverría 355

5. Eugenio Bustingorri 346

6. Miguel Flaño 338

7. Josetxo Romero 314

8. César Palacios 312

9. Roberto Santamaría 279

10. José María Lumbreras 276

11. Enrique Martín Monreal 268

12. Ángel Martín González 262

13. José Luis Salcedo Pepín259

14. Iñaki Ibáñez 258

15. José Manuel Yanguas 252

16. Oier Sanjurjo 249

17. Patxi Rípodas 248

18. Sabino Andonegui 235

19. Javier Mina 234

20. Roberto Torres 224