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Luis Perea: “En el campo se nota la unión del vestuario”

Entrevista | el centrocampista de Osasuna cuenta cómo se encuentra tras sus primeros meses como miembro del primer equipo

Luis Perea: “En el campo se nota la unión del vestuario”Mikel Saiz

Pamplona - Sin hacer mucho ruido, Luis Perea (Alcalá de Henares, 25/08/1997) se ha hecho con un hueco en el primer equipo de Osasuna. El centrocampista va encontrando sus minutos poco a poco y va mostrando una evolución cada vez más importante. “Aún tengo mucho que trabajar y mejorar”, reconoce. El espigado rojillo comenta que los inicios en Pamplona no fueron fácil, pero que cada año que pasa se encuentra más cómodo y feliz en la ciudad.

¿Cómo es Luis Perea fuera de los terrenos de fútbol?

-Un chaval sencillo, amigo de mis amigos al que le gusta llevarse bien con la gente. En el ámbito deportivo, me gusta trabajar y ayudar a mis compañeros.

Usted es de Madrid, ¿está adaptado a la vida de Pamplona?

-Cuanto más tiempo paso en Pamplona, más cómodo me encuentro. El primer año me costó, pero a partir del segundo comencé a disfrutar de la ciudad y de la gente de aquí. Ahora cada vez disfruto más, estoy muy a gusto.

No debe ser fácil para un chaval joven irse lejos de casa...

-Madrid está a tres hora y media, pero cuesta cambiar. Cuando llegué aquí me costó adaptarme a estar lejos tanto de mi familia como de mis amigos, pero todos los comienzos son difíciles.

¿Influyó que Osasuna fuese un club de cantera para que fichase por el Promesas?

-Así es. Cuando vine aquí me hablaron de un club de cantera, y eso era algo importante para mí ya que tenía otras opciones, pero cuando me llamó Osasuna lo cierto es que no me lo pensé mucho.

¿Se esperaba que todo fuese como ha ido?

-Siempre tienes esa esperanza y he luchado por ello. Estoy muy contento por el camino que estoy recorriendo aquí.

¿Es más fácil llegar al primer equipo en Osasuna que en otro sitio?

-No es una tarea fácil. El club tiene unos valores, como el trabajo, con los que hay que identificarse y en cada sitio tendrán otras cosas. Aquí no es fácil llegar al primer equipo, hay que trabajarlo, pero sí que se mira de una manera más especial a la cantera y eso es algo de valorar.

¿Cómo vivió el cambio de estar en la grada de El Sadar cuando estaba en el filial a estar en el césped?

-Cambia mucho y es muy especial. La gente se vuelca y en el campo es algo que se siente. No para de animar y te enchufa al partido rápidamente. No hay opción a la relajación. Es algo muy bonito.

¿Le han conocido ya por la calle?

-Osasuna es una religión en Pamplona. Hay mucho socio, la gente está en el día a día del club, y cuando subes al primer equipo pues la gente te conoce más y también es algo de lo que estoy agradecido.

¿Qué le cuenta a su familia de cómo es Osasuna?

-Mi familia ha venido aquí y se han quedado muy sorprendidos por cómo anima la gente, por cómo te reconocen por la calle y el cariño con el que te tratan. Y eso que yo acabo de llegar al primer equipo. Aquí se vive de una manera diferente, es una afición especial.

Si le hablo de Mendizorroza y el Alavés, ¿qué le viene a la cabeza?

-(Sonríe) Me acuerdo de un miércoles, 5 de abril, de hace ya dos años. Fue mi debut en Primera. Fue algo que no me esperaba ya que estaba con el Promesas, el primer equipo tuvo muchas bajas y me convocaron. Siempre que te citan tienes un pequeño resquicio de esperanza de que vas a jugar y así fue, pude disputar unos minutos y, además, se ganó. Es algo que guardo con gran cariño. Es una fecha bonita que aquí tengo tatuada (se señala su antebrazo izquierdo, donde lo tiene) ya que quería tenerla siempre conmigo.

¿Cómo se encuentra esta temporada en la que ha cambiado de compañeros al pasar al primer equipo?

-Me siento contento, adaptado al grupo y dispuesto a ayudar en lo que pueda. Para eso trabajo. Me podrán salir mejor o peor las cosas, pero lo voy a dejar todo.

¿Es tan fuerte la unión que hay en el vestuario como parece desde fuera?

-El vestuario está muy unido y creo que eso se nota tanto dentro como en el campo. Ya sean los once que juegan, los tres cambios, los que no salen... vamos todos a una, tenemos claro lo que queremos.

Compartir vestuario con gente como Oier, Mérida o Íñigo Pérez, mediocentros contrastados, le habrá ayudado.

-Son gente con una carrera increíble que me han acogido como uno más e intentan ayudarme y yo me dejo, les escucho ya que son espejos donde mirarme que han estado en la posición en la que estoy yo ahora.

Es usted polivalente.

-Me puedo adaptar bien a varias posiciones. Dentro de la mejora que tengo que tener, sí que soy un futbolista polivalente y donde el míster crea que puedo ayudar, lo intentaré.

A la gente le gusta mucho sus conducciones llenas de potencia.

-(Se ríe) Creo que es una de mis principales características y es algo que le viene bien al equipo cuando entro de refresco, que lleve la pelota arriba y se note la frescura.

Dice que aún le queda mejorar, ¿en qué cree?

-Creo que he mejorado mucho esta temporada en cuanto a la velocidad. Pienso más rápido con balón, pero todavía es algo que tengo que mejorar aún más.

Si hace un año cuando estaba en el Promesas le dicen que 365 días después iba a estar en el primer equipo, con minutos, y líderes de la Segunda División, ¿lo firma?

-Vaya que si lo hubiese firmado. Pero hay que seguir, no es fácil, quedan siete finales y tenemos que mantener el trabajo.

Pero estaría bien celebrar un ascenso en unas cuantas semanas.

-En mi primer año de profesional, celebrar un ascenso a Primera... no lo hubiese soñado en mi vida.

Si eso pasa, ¿se ve jugando en Primera División?

-Me veo, sí. Confío en mí y creo que tengo aptitudes para ello. Ahora toca demostrarlo y para eso trabajo día a día.

¿Qué tal con Arrasate?

-Es un míster que es muy cercano y humilde. Nos trata a todos por igual. Personalmente estoy muy contento con él.

¿Hasta dónde quiere llegar en Osasuna?

-Estoy feliz. Mi objetivo es crecer como futbolista aquí. Tengo 21 años y tengo mucho que mejorar todavía y es lo que intento cada día. Ojalá esté bastante tiempo aquí, soy feliz.

Por último, usted supera el 1,90, no es muy normal para un futbolista.

-Soy muy alto para ser futbolista, es verdad, pero no me cuesta desenvolverme, no me siento torpe. Desde pequeño lo tuve claro (se ríe) no me gusta el baloncesto. He trabajado para ser lo más coordinado posible y aún tengo que trabajar más.

Luis Perea. Nacido el 25/08/1997 en Alcalá de Gernares. Ha pasado por las canteras del Rayo Vallecano y del Atlético de Madrid.

Sus números. Debutó con Osasuna en Primera el 5 de abril de 2017 contra el Alavés en Mendizorroza. Esta temporada pasó a formar parte de la primera plantilla con la que ha disputado 9 encuentros ligueros para 238 minutos.