PAMPLONA. Decían los del protocolo del Ayuntamiento que, más allá del Chupinazo, sólo congregaba a tal número de aficionados Osasuna y Operación Triunfo. Lo cierto es que había una treintena de periodistas acreditados y dos horas antes del evento la plaza ya era roja. Así que la recepción fue rápida, porque el público esperaba impaciente y algún silbido se empezaba a escuchar. El equipo llegó a las 19.30. El autobús se quedó en la calle Zapatería y el alcalde de Pamplona, Joseba Asiron, les recibió en la puerta del Ayuntamiento. La plantilla y el cuerpo técnico abarrotó la sala para recibir las enhorabuena del alcalde. "Ya se han acabado las cábalas. Estáis en Primera porque la afición y la ciudad son de Primera.

Os espera el balcón de los éxitos". Agradeció la ilusión transmitida por club, jugadores, entrenador y al capitán, Oier Sanjurjo, al que dijo conocer "desde niño". Destacó las remontadas y recordó que también recibió a las chicas. Por último, admitió que "la próxima temporada será dura, pero contáis con los mejores ingredientes: gran técnico, gran presidente, gran directiva y gran afición que os seguirá allá donde vayáis, porque somos Osasuna... esto nunca va a morir". Al grito de "presidente, presidente" coreado por los jugadores, Luis Sabalza tomó la palabra. "Ya dije cuando vine con las chicas que íbamos a volver", arrancó. A partir de ahí, destacó "el ejemplo en los valores del club" y se mostró "convencido de que acabaremos siendo campeones".

Y se le quebró la voz cuando recordó que hace cuatro temporadas se le escaparon las lágrimas. "Nada tiene que ver este ascenso con el anterior, porque el club llega saneado, crece en todos los niveles y con el trabajo de Braulio y Jagoba el objetivo será la permanencia". Oier Sanjurjo apenas pudo intervenir por su afonía, pero se deshizo en agradecimientos. "Jagoba sácalos", coreaban los aficionados desde la calle. No dio para más.