Pamplona - Sin prisa, pero sin pausa. Así está afrontando la dirección deportiva de Osasuna, con Braulio Vázquez a la cabeza, el mercado veraniego de fichajes, un periodo que el entrenador del primer equipo, Jagoba Arrasate, ya vaticinó que iba a ser “largo” y para el que se autoexigió “paciencia”. Y es ésta la táctica que está aplicando el club rojillo con Rubén García, un futbolista vital en el ascenso del conjunto navarro -ha metido 7 goles y ha repartido 14 asistencias- y por el que negocia con el Levante para que el curso que viene pueda seguir a las órdenes del técnico vizcaíno, aunque ahora en Primera División.

Osasuna se hizo con los servicios del jugador de Xátiva en agosto del año pasado, con la temporada ya iniciada y merced a un acuerdo con el Levante, que incluyó una cláusula por la que se reservaba la posibilidad de repescarle entre los días 1 y 5 del próximo mes de julio casi a coste cero -amén de quedarse también con el 50% de sus derechos económicos-. La cuestión es que el club granota tiene previsto recuperar a Rubén García, pero también negocia con Osasuna una posible venta que la entidad navarra confía en cerrar a un precio asequible y razonable antes de final de mes, ya que a partir de julio su cláusula de rescisión pasará de 3,5 millones de euros -al considerarse todavía un jugador de Segunda- a 7, el precio por ser de Primera.

“13 días son un mundo en el fútbol”, aseguraba ayer el presidente de Osasuna, Luis Sabalza, que volvió a mostrarse optimista con la posibilidad de seguir contando con Rubén García en la máxima categoría. Más aún después de las recientes declaraciones de Quico Catalán, presidente del Levante, recogidas por la El Desmarque. “El tema de Rubén está ahí, en el que el Levante tiene sus deseos, Osasuna los suyos y Rubén los suyos. Trataremos de que los deseos de las tres partes se cumplan”, aseguró.

Menos de 3,5 millones Los deseos de Osasuna y Rubén parecen claros y consisten en mantener una vinculación que comenzó el pasado verano. Y el Levante, pese a que inicialmente tenía previsto contar con el futbolista para el próximo curso, ha iniciado una negociación para la venta del futbolista a Osasuna, conversaciones en las que comenzó pidiendo al club navarro 3,5 millones de euros, cifra inasumible para la entidad rojilla. Según apuntó El Desmarque, el Levante estaría dispuesto a alcanzar un acuerdo a la baja, aunque desde Osasuna aseguraban que durante la jornada de ayer no se habían producido novedades en una negociación en la que los rojillos parecen dispuestos a apostar incluso por una operación de ingeniería financiera para hacerse con los servicios de Rubén García a un precio que no complique negociaciones futuras. Y es que Osasuna quiere al mediapunta de Xátiva, pero también quiere apostar por recuperar a Rober Ibáñez -regresa al Getafe tras su segunda cesión en Pamplona- y aspira a conseguir más refuerzos -ahora y hasta el final del mercado- para su regreso a Primera. - J.L.