La FIFA ha decidido (por fin) poner coto en el desmadre de los futbolistas cedidos, una fórmula que permite a los grandes clubes no solo controlar a un gran número de jugadores sino además hacer negocio con ellos a costa de los clubes modestos. Se ha hablado mucho del Chelsea (40 cedidos), del Manchester City (28) o del Real Madrid (21), pero donde las cifras se disparan (y disparatan) es en el Calcio: el Parma llegó a tener ¡379! en 2013 y, en la actualidad, el Atalanta tiene 77. La FIFA quiere que en unos pocos años se baje a solo seis cedidos (los sub-21 no entran en la restricción), y con la intención de que aún disminuya más esa cifra. Una norma para que se deje de acaparar futbolistas y de jugar sobre seguro -cedo a 40 y el que salga bueno lo traigo de vuelta sin que me cueste ni un euro, o lo vendo por una millonada-. Una norma tan importante para la igualdad de los clubes como el reparto de los derechos televisivos.