Pamplona - Los investigadores policiales pusieron la sombra de la sospecha sobre el defensa central Antonio Amaya desde el comienzo del procedimiento. A medida que se fueron practicando pruebas en la causa, la figura de Amaya alcanzó un realce especial, más aún cuando el futbolista fue el único que admitió en el juzgado de instrucción que él y Xavi Torres se habían reunido con el gerente Ángel Vizcay y el directivo Txuma Peralta en mayo de 2014 en el hotel Los Galgos de Madrid. Lo hicieron, según dijo entonces con más detalle, para pactar una prima con Osasuna que quería ofrecerles un incentivo (entonces eran un equipo descendido) para que ganaran al Valladolid, rival directo de los rojillos. Amaya habló entonces de que la cantidad pactada fue 400.000 euros y que dicho acuerdo lo conocían los cuatro futbolistas que entonces estaban siendo investigados (el propio Amaya, Torres, Figueras y Jorge Molina, pero que no lo sabían ni los directivos ni el entrenador y que luego pensaban repartirlo entre todos) y que la fecha de pago era una entrega en Sevilla antes de jugar en Pamplona. Sin embargo, lo que Amaya ha negado en todo momento es haber recibido ese dinero. A Vizcay le llegó a decir en el juzgado de instrucción en un careo: "Sinvergüenza, a saber si te lo gastaste tú". Pero Amaya no estaba solo en el foco de las sospechas porque Vizcay y Peralta se hubieran reunido con él. También, un número de teléfono que empieza por 611 fue atribuido por la investigación judicial bien a Amaya, bien a Xavi Torres. Dicho terminal, adquirido en abril con documentación falsa en una tienda china de Madrid, se convirtió en elemento nuclear de la instrucción. De allí se contactó hasta 109 veces con el número personal de Txuma Peralta, que también envió 29 llamadas a ese número. A Vizcay le llamaron en 37 ocasiones y él devolvió 5 llamadas. 27 veces se telefoneó a un número cuya titular es Cristina Valencia, la agente inmobiliaria relacionada con Txuma Peralta y a cuyo nombre se tapó la salida de 900.000 euros en la temporada 2012-13. Las llamadas desde la línea 611 (Betis) a los números personales que se corresponden con Txuma Peralta y Ángel Vizcay se producen a partir del 20 de mayo de 2014 y hasta el 15 de diciembre del mismo año. La Policía resalta por último un móvil a nombre de Adrián Rosado, un joven que fue canterano del Betis y ahora vinculado con Antonio Amaya, puesto que Hacienda detectó que el padre de Adrián había vendido en noviembre de 2014 un coche a Amaya que decía que era para su hijo. De este número se conecta con la línea 611 del Betis hasta en tres ocasiones el día 21 de mayo. Cinco días después el móvil vinculado a Rosado telefonea a Vizcay y, después, entre el 26 de mayo y el 2 de junio, el mismo móvil de Rosado llama a Txuma Peralta. El informe patrimonial de Hacienda también señala que hay movimientos atípicos de dinero. Están los 13.000 euros que le ingresa su cuñado por la venta del coche y que explicó ayer en el juzgado. Y, a su vez, Amaya, que ayer defendió que prefiere tener dinero en metálico en casa que en el banco, sacaba una media de 2.300 euros al mes del cajero. A partir de junio de 2014 sus reintegros bajan llamativamente. Sacó 250 en junio, 400 en julio, 0 en agosto, 20 en septiembre y 200 en octubre. - E.C./J.L.