PAMPLONA. Los detectives contratados por la Liga de Fútbol Profesional no observaron nada raro en la conducta de los jugadores del Betis Jordi Figueras y Antonio Amaya en mayo de 2014, cuando presuntamente Osasuna amañó dos partidos jugados por el equipo sevillano.

Una exempleada de la agencia de detectives que contrató la LFP ha señalado por videoconferencia, en el juicio que se celebra en la Audiencia de Navarra, que siguieron a estos jugadores del 12 al 19 de mayo de 2014 y no observaron nada relevante en su comportamiento en esas fechas.

En concreto, no vieron que se reunieran con empleados o directivos de Osasuna.

Se trató, ha comentado, de un dispositivo de seguimiento en el que llegaron a participar hasta cuatro detectives y en horarios que iban desde su salida de casa para ir al entrenamiento y hasta el regreso a su domicilio por la tarde.

En una ocasión, ha apuntado, prolongaron la vigilancia hasta las tres de la madrugada porque los jugadores se encontraban en un bar de copas.

Con la declaración de los detectives, ha finalizado la ronda de comparecencias de testigos en el juicio, que se reanudará el próximo lunes con la intervención de los numerosos peritos convocados por las partes personadas en este proceso.