pamplona - Dos funcionarios de la Agencia Tributaria que elaboraron los informes patrimoniales de varios de los acusados del caso Osasuna, en busca de operaciones económicas anómalas, subrayaron ayer en el juicio los movimientos irregulares que habían detectado a partir de junio de 2014 en los que por entonces eran futbolistas del Betis, Antonio Amaya y Xavi Torres, ambos sentados en el banquillo. El defensa Amaya acumuló varias transacciones que llamaron la atención al fisco, como por ejemplo el notable descenso de los reintegros de dinero que sacó del cajero (pasó de una media de 2.300 euros entre 2013 y mayo de 2014 a sacar 302 euros de media a partir de junio y hasta diciembre de 2014). El hecho es que dispuso 2.000 euros menos del cajero de lo que obtenía habitualmente y, en dicho semestre, sumó por tanto 12.000 euros que no tuvo que obtener del cajero porque supuestamente contaba con efectivo. A ello hay que añadir la bajada que experimentó asimismo en los gastos de la tarjeta de crédito (cifrados en unos 10.000 euros), los 4.000 euros que utilizó en metálico para adquirir una motocicleta, los 900 euros de fianza para el alquiler de una vivienda y los 13.000 euros que ingresó en efectivo en el banco que supuestamente provenían de un vehículo (Mercedes Benz/ML 63 AMG) que le había vendido a su cuñado. Luego, Amaya alegó que su familiar se había arrepentido de dicha compra, porque el vehículo consumía demasiado, y que por eso lo adquirió un concesionario por 26.000 euros. "Se trata de una operación rara y fiscalmente opaca", destacaron los funcionarios de la Agencia Tributaria, que dijeron no poder acreditar que Amaya vendiera dicho vehículo a su cuñado. En cuanto a los importes que manejaba en efectivo del cajero, Amaya declaró en su momento que desde su época de jugador del Rayo Vallecano con Ruiz Mateos como presidente estaba acostumbrado a recibir dinero en metálico. "Nos pagaba los viernes a la tarde en el vestuario y lo guardaba en casa", dijo. Pero para lo que no tiene respuesta Amaya es para desmontar el hecho de que sus extracciones del cajero de media eran muy superiores antes de junio de 2014, que es precisamente cuando se le acusa de recibir dinero de directivos de Osasuna.

En el caso de Xavi Torres la operación irregular más reseñable para la Agencia Tributaria es la adquisición de una embarcación de recreo de motor Starfisher Cancun 260. Fue adquirida a la compañía Medimar Yacht el 18 de junio de 2014, Primero, el día 13, el padre del futbolista efectuó un pago de 10.000 euros por cuenta de su hijo. El día 16 se ingresaron otros 35.375 euros como el resto del pago total del barco. No constan, según los funcionarios, retiradas de dinero en efectivo que pudieran vincularse a la adquisición de este yate, puesto que las disposiciones hasta ese momento habían sido de pequeñas cantidades. Para justificar dicha compra con dinero en metálico, "tenía que haber una salida de dinero importante en cajero o sucursal para vincularla".