Pamplona - “Nos guste o no nos guste, en aquella época era notorio que el que hacía y deshacía en el club era el señor gerente, que tenía autonomía, aunque ahora digan que no”. Así definió la abogada de Miguel Archanco, Chelo Sola, la figura de Ángel Vizcay en Osasuna en la época que se está juzgando, entre 2012 y 2014, apoyándose en un documento, concretamente un poder notarial del 21 de octubre de 2004, en el que “se detallan de forma específica las funciones y competencias que la junta delega en el señor Vizcay”. “Son prácticamente todas, salvo dos, la firma única y la contratación de jugadores”, explicó la letrada, que añadió que, además, “tenía las funciones propias que, por estatutos tenía el gerente, funciones que no son meramente de instrumento ciego, del que hace lo que se le ordena y manda”. Y señaló que entre esas funciones se encontraban “las de informar y asesorar en cuantas cuestiones administrativas, deportivas y reglamentarias se le requieran por la junta directiva, advirtiéndole de posibles irregularidades que se pudieran cometer por distintos órganos del club”, así como “dirigir y organizar el trabajo del personal del club bajo su directiva y personal responsabilidad, controlar los ingresos y gastos que tenga el club y ostentar la jefatura personal del club”.

En este sentido, Sola defendió que el leitmotiv de Archanco como presidente de Osasuna fue siempre “regularizar la deuda histórica del club con Hacienda, un objetivo que no es baladí y que requería mucho tiempo y muchos medios”, por lo que, a su juicio, resultaba lógico la delegación de funciones: “En un club de Primera División deben existir otros ámbitos de organización a los que se les vinculan determinadas funciones y deberes, una estructura económica, precisamente para que la junta pueda realizar sus funciones en orden a sus objetivos”.

Sobre las salidas de dinero en efectivo de las arcas del club, la abogada afirmó que en la temporada 2012-13 sólo un reintegro fue firmado por Archanco, concretamente uno de 80.000 euros y fechado el 10 de mayo que fue “para destinarlo a una prima por incentivo a sus propios jugadores frente a un partido complicado, que era el Osasuna-Getafe”, extremo que Patxi Puñal no pudo confirmar durante su declaración como testigo, “aunque sí admitió que era una práctica habitual”.

En cuanto a los reintegros firmados por Vizcay, la letrada de Archanco aseguró que “siempre llamaba Vizcay” a CaixaBank para informa de las cuantías que necesitaba y “siempre iba Vizcay a recoger el dinero”. “Si Archanco no firma los reintegros, no va a la entidad, confía en el buen hacer de Vizcay, porque para eso estaba ahí, difícilmente puede tener conocimiento de esa extracción de dinero con el destino que sea”, puntualizó, recordando que este extremo fue confirmado por uno de los empleados de la sucursal.

Y también reconoció, como hizo el propio Archanco en su declaración como acusado, otra salida de 400.000 euros en la temporada 2013-14, cantidad destinada a primar al Betis por ganar al Valladolid en la penúltima jornada de Liga. “Archanco dijo que le preguntó a Vizcay sobre este asunto y éste le dijo que le parecía bien y que conocía a alguien del Betis para hacerlo. Mi cliente le dijo que 400.000 euros y ni uno más”, puntualizó, detalle importante para negar una salida posterior de 250.000 euros para pagar también a los jugadores del Betis por dejarse ganar por Osasuna. “Ya se había jugado el partido, se había descendido y el señor Archanco se iba del club. ¿Qué interés tenía por mantener un compromiso de estas características?”, expuso para rechazar que se hubiera pagado por este partido. Sobre las dietas, dijo que estaban plenamente “justificadas y documentadas” y que los estatutos de entonces no las prohibían.