- Osasuna sigue acostumbrándose a la denominada nueva normalidad, aquella que va a cambiar las costumbres de todos por al menos un tiempo. Los entrenamientos, bajo el estricto protocolo, continuaron ayer por tercera vez desde que se regresase el pasado viernes, tras volver de tener un día libre el domingo.

En esta nueva normalidad, se podría decir que hay siete fases que los jugadores rojillos han de pasar para entrenar. La primera es la llegada, en la que los futbolistas arriban con un intervalo de 5 minutos. El primero ayer fue el guardameta Rubén Martínez, que llegó a Tajonar antes de las 9.00 horas.

Después, cada futbolista retiró la ropa que utilizó el día anterior en una bolsa de plástico herméticamente cerrada y la depositó en un carro situado en la puerta del bar de Tajonar. El club se encarga de desinfectarla para el día siguiente. A continuación se les tomó la temperatura, para posteriormente retirarse los guantes, que traían puestos desde sus casas, lavarse las manos y, por último, comenzar la sesión.

Un entrenamiento en el que el cuerpo técnico, encabezado por Jagoba Arrasate, que sí que lleva mascarilla en el campo y realiza sus funciones habituales, aunque a una cierta distancia añadida de lo habitual.

Así, los jugadores completaron, de manera individual, una sesión que duró hasta las 12.15 horas. Tras el entrenamiento, algunos, como es el caso de Adrián López, aprovecharon para llevarse material de ejercicio a sus hogares, como un bosu y una esterilla. Previamente, personal del club desinfectó las puertas de los vehículos de los futbolistas.

Los integrantes de la primera plantilla volverán hoy a ejercitarse de la misma manera, lo cual harán hasta el sábado, teniendo un día libre el domingo, y poco a poco se hará habitual ver imágenes como las que acompañan esta página, en lo que es la desescalada para el retorno del fútbol a puerta cerrada, no exento de ciertas polémicas. Una nueva normalidad acompañada por una nueva rutina, que poco a poco acabará siendo costumbre.

el futuro de estupiñán Pese a que la actualidad en cuanto a fichajes esté algo más parada de lo habitual, una de esas informaciones relacionan al lateral izquierdo de Osasuna cedido por el Watford, Pervis Estupiñán, con un supuesto traspaso al Barcelona, el cual pagaría al club inglés una cantidad cercana a los 10 millones de euros para hacerse con el ecuatoriano. En caso de que el cuadro culé completase la operación, Estupiñán se iría cedido a otro equipo de Primera que no sería Osasuna, sino el Valladolid, debido a la plaza de extracomunitario que ocupa el ex de Liga de Quito.

El club ha negado dicha información, según el Mundo Deportivo, asegurando que no tienen interés en firmar al lateral rojillo y que el Watford planea recuperar a Estupiñán para reemplazar al griego Jose Holebas. Osasuna ya piensa en tratar de convencer al lateral para que continúe una campaña más en el club navarro.