El presidente del Barcelona Josep Maria Bartomeu quiere conocer de primera mano el estado anímico del técnico Quique Setién, después de haber perdido LaLiga y con la mirada puesta en la Liga de Campeones, antes de tomar una decisión sobre el futuro del técnico.

La reunión, prevista para ayer, se produce una semana después de que Setién fuera ratificado en su cargo y dos después de que el dirigente junto con el secretario técnico (Eric Abidal) y el director general (Oscar Grau) se reunieran en el domicilio de Setién. La versión del presidente fue que la reunión se produjo para planificar la próxima campaña, pero ahora, después de las declaraciones de Leo Messi, la situación es otra.

Al término del partido ante Osasuna, el diez azulgrana escenificó el desencuentro: “Ya dije que si seguíamos así no alcanzaba para la Champions y no nos ha dado ni para la LaLiga. Vamos a tener que cambiar mucho si queremos hacer algo y hacer mucha autocrítica empezando por nosotros mismos. Hemos perdido por nuestros errores y no por los aciertos del Madrid como dicen muchos”. Y si había alguna duda sobre la relación entre Messi y el cuerpo técnico, las declaraciones del capitán azulgrana lo dejaron muy claro: “De enero hasta acá (cuando llegó Setién) todo fue muy malo”.

Según pudo confirmar EFE, el puesto de Setién no peligra para el partido del próximo domingo en Vitoria ante el Alavés. La duda existe, sin embargo, sobre la Liga de Campeones, competición que el Barça tiene que afrontar el fin de semana del 8-9 agosto frente al Nápoles en la vuelta de los octavos de final.