- Para Osasuna era la primera experiencia con el VAR y no tiene muchos motivos de queja. Ya en el primer partido el videoarbitraje solventó a favor de los rojillos tres jugadas que había concedido el colegiado a favor del Leganés. Y luego vino el penalti de Piqué en El Sadar. Y más tarde, en sentido contrario, la queja por un penalti de Felipe a Brasanac en el Metropolitano no advertido. Y ayer acertó al anular el gol de Arnaiz al apreciar la falta previa de Oroz.