"Simplemente quiero dar las gracias a todos porque ha sido un placer estar aquí". Fran Mérida puso ayer fin a su etapa de cuatro temporadas como jugador de Osasuna en la sala de prensa de El Sadar, después de que el pasado domingo disputara su último encuentro como rojillo. Lo hizo con estas palabras, aunque tuvo más, y todas ellas elogiosas hacia el club navarro y sus gentes.

"Hace cuatro años llegué aquí y solo puedo tener palabras de agradecimiento a todas las personas que forman el club, porque en todos los ámbitos me he sentido muy bien. Es un club familiar que deja trabajar y en líneas generales me he sentido un privilegiado en todos los sentidos. Han sido cuatro años intensos en los que hemos vivido muchas cosas y creo que la clave y lo que me deja tranquilo y contento es que me marcho con un momento buenísimo del club, que cada año va creciendo y me siento orgulloso de haber formado parte de eso y, por supuesto, de ver a los compañeros y al equipo crecer con un estadio que en pocos meses estará precioso y que podremos disfrutar todos. Quiero agradecer a toda la ciudad y a toda la afición. Estos días me han llegado muchos mensajes que me han sorprendido gratamente y estoy agradecido por todo el cariño que se me ha mostrado". Fue esta la alocución inicial del futbolista catalán después de que el presidente de Osasuna, Luis Sabalza, le agradeciera los servicios prestados y le deseara suerte en sus futuros proyectos.

Pero hubo más. Fran Mérida, que nunca ha esquivado a la prensa y siempre ha procurado dar la cara por su equipo en las buenas y en las malas, respondió a las preguntas del reducido grupo de informadores que participaron ayer en una conferencia de prensa la tercera de la semana en la que se ha permitido el acceso al estadio de personal ajeno al club en la que desveló que, "si soy sincero, me hubiera gustado seguir, pero no me voy con ninguna sensación rara ni con rencor. Lo acepto y a Jagoba (Arrasate, el entrenador) y Braulio (Vázquez, el director deportivo) solo les puedo agradecer. Siempre me han venido de cara y a mí con eso me vale".

Según dijo ayer, a Mérida, que llegó a Osasuna en el verano de 2016 procedente del Huesca y se marcha ahora en el de 2020 (todavía no ha decidido su nuevo destino, pero, tras hacerse público que no iba a renovar, se le vincula con el Espanyol), no le quedan espinas clavadas, salvo la de no haberse podido despedir de la afición en el campo por culpa de las medidas preventivas derivadas de la pandemia de covid-19. "Fue una pena, porque seguro que el estadio se habría llenado por ser el último partido de la temporada y para celebrar la permanencia", señaló, añadiendo un deseo: "Ojalá pase esto pronto y poco a poco podamos ir volviendo a la normalidad".

Más dudas tuvo a la hora de elegir su mejor momento como jugador de Osasuna, "porque en cuatro años ha habido muchas cosas", pero, tras reflexionar brevemente, se quedó "con la celebración del ascenso". "Fue muy buena porque descendimos, al año siguiente nos quedamos a las puertas del play off y el primer año de Jagoba fue muy bonito, y el culminarlo con nuestra afición, levantando la copa y después la celebración en la Plaza del Castillo viendo a Pamplona tan feliz...", desglosó el centrocampista barcelonés.

También destacó el detalle que tuvieron sus compañeros al permitirle lucir el brazalete de capitán en el partido del pasado domingo contra el Mallorca, el último de Fran Mérida como futbolista de Osasuna: "En el calentamiento vi a Oier, a Roberto (Torres) y a David (García) charlando en un corro y dije: "Algo se está cociendo". Porque les conozco. Lo que demuestra es que este grupo es una familia y que no se dice por decir. Ahí tienes un claro ejemplo de que estamos calentando antes de un partido y están pensando en ceder el brazalete a un chico que no es ni de Navarra. En ese sentido ahí se ve la grandeza de las personas y del grupo humano que hay".

Para terminar el acto, en el que además de Luis Sabalza también estuvieron presentes los directivos César Muniáin y Miguel Cuesta, así como el director general de la entidad y el gerente, Fran Canal y Ángel Ardanaz, respectivamente, Fran Mérida destacó qué otras cosas, al margen de lo futbolístico, se lleva de Pamplona: "Para empezar, dos hijas navarras (Martina y Mía, que nació horas antes del partido del pasado domingo contra el Mallorca). Llegamos dos y nos vamos cuatro. También me llevo el haber conocido Navarra y a mucha gente. Y del vestuario, muchos amigos".