Osasuna ha retomado la actividad de entrenamientos tras el empate cosechado anoche en Elche (2-2) que supo a poco antes de disponer de dos días libres para coger fuerzas de cara a la próxima fecha.

Osasuna recuperó ayer sus principales señas de identidad, presión alta y velocidad en el juego. Los navarros se miden el día 31 al Alavés en El Sadar con la oportunidad de cerrar el año dando una alegría a una afición rojilla que sabe lo que su equipo tiene por delante.

Enero no será un mes nada fácil ya que se medirá a Real Sociedad, Real Madrid, Granada por partida doble, Valencia y Betis, sin duda fuertes conjuntos que pondrán las cosas complicadas a los de Jagoba Arrasate.

Este miércoles el técnico vasco ha dirigido una sesión de recuperación para aquellos futbolistas que fueron titulares ante el club ilicitano, mientras que los que contaron con menos minutos han desarrollado trabajo de técnica, posesión y partido de fútbol.

Por su parte, Jony, Juan Pérez, Torró y Chimy Ávila han proseguido con trabajo individual para recuperarse de sus respectivas lesiones. Unai García también ha realizado trabajo de recuperación al sufrir un golpe en la cabeza durante el partido de ayer.

Los de Tajonar son conscientes de que, a pesar de demostrar un cambio muy positivo en su forma de jugar ante el Elche, no sumar un mínimo de puntos a corto plazo podría complicar la estabilidad de Arrasate en el equipo. Osasuna acumula 2 puntos de los últimos 24 en juego.