uena jugada. Tanto o más que la que dio origen al segundo gol de esta insípida eliminatoria de Copa, de lo poco que cabe rescatar de un partido que Osasuna solventó con más experiencia que fútbol. Me refiero al comunicado del club como respuesta contundente y bien argumentada ante la apertura de un expediente por parte del Comité de Competición a Luis Sabalza tras exponer este los errores cometidos por los árbitros y que han perjudicado a Osasuna. En una semana, el presidente y su junta le han dado la vuelta a la tortilla y han pasado de recibir las censuras por la descarada maniobra para tener el control absoluto de la asamblea de compromisarios a coger la bandera del osasunismo y ponerse al frente de la tropa para defender los mancillados intereses del club. Es lo que corresponde en este contexto de quejas y de equivocaciones en cadena que viene costando puntos al equipo. Sabalza no es sospechoso de dejación de funciones; al contrario, inició su presidencia personando al club como denunciante cuando estalló el escándalo por las denuncias de amaños realizadas por Ángel Vizcay, trabajó para aminorar el impacto de una deuda que ponía en peligro la viabilidad del proyecto y ha tratado de que llegara al centenario en la mejor posición posible y con estadio nuevo. Pero una cosa no oculta la otra, y en el proceso de las elecciones a compromisario se equivocó, desencadenado la presentación de una demanda por parte de un grupo de socios que persigue la anulación de ese proceso y generando mucho ruido en el entorno del club. De tal forma que se ha abierto una brecha innecesaria en el osasunismo, con enfrentamientos en las redes sociales, posicionamientos públicos a favor y en contra, y el nombre del club circulando de nuevo por los pasillos de la Audiencia Provincial. Creo también que hay un reconocimiento implícito de ese error de cálculo por parte de Sabalza cuando el pasado día 30 el presidente remite una carta a los socios en la que informa de la apertura de "un periodo de reflexión y consulta con los diferentes sectores del osasunismo para reformar los estatutos", señalando "ámbitos de mejora, como el sistema de elección de los socios compromisarios". El presidente se comprometía a escuchar "a socios de todas las sensibilidades" en un proceso en el que intenta recuperar esa paz social que en las dos temporadas anteriores ha deparado buenos resultados, no solo en el ámbito institucional sino también en el deportivo. Fuentes del club apuntan a que ese paso aperturista ya estaba decidido antes de las polémicas elecciones, pero resulta difícil de creer visto el desarrollo de los acontecimientos. Lo cierto a día de hoy es que socios y simpatizantes se rebelan cuando comprueban que su club no solo es el objeto favorito de los errores de los árbitros y del VAR, sino que hasta un órgano federativo como el Comité de Competición persigue las declaraciones de su presidente. Ya digo, buena jugada y buen momento para cerrar filas y también heridas. Y ese anuncio de escuchar a los socios que no piensan como quienes dirigen al club puede ser un buen comienzo. Que no se quede solo en buenas palabras.

El director de Integridad, de LaLiga a la RFEF. El escrito de acusación contra Sabalza ha sido redactado por Alfredo Lorenzo Mena, exagente de la Policía Nacional, que anteriormente ejerció como director de Seguridad e Integridad de LaLiga hasta que este organismo decidió prescindir de sus servicios y fichó por la RFEF.