Un 14 de febrero, San Valentín, Osasuna ha instituicionalizado una nueva pareja de baile en su equipo. Es la que forman Kike Barja y Ante Budimir. Ambos dinamitaron un partido que tenía poco que contar más allá de todo lo que rodeó a Sergio Herrera.

Y es que el portero de Osasuna fue el principal nombre propio del partido. En la primera parte tuvo un pie fundamental a un disparo a menos de dos metros de su portería. Eso fue lo más (y casi único) destacable de una primera parte en la que los rojillos no atacaron pero tampoco sufrieron más allá de la jugada comentada.

Estaba claro que Jagoba había estudiado el partido de ida y quería colapsar todo el juego interior de un Levante que también quiso que el partido se calcase al de El Sadar. No tocaba. Si para eso había que aburrir un poco, se hace.

Eso es una cosa que ha retomado Osasuna en estos últimos meses. La practicidad, la eficacia defensiva, y tener un plan de partido claro. Sumale el tener un buen banquillo.

Y no es que los rojillos hayan fichado más o menos, es que ahora sus jugadores están disponibles. Y por eso Arrasate puede tirar de Barja y Budimir para cambiar un partido.

El extremo de Noáin está atravesando su mejor momento como profesional y está sufriendo un mal común entre los canteranos históricos rojillos: minusvalorado. Su centro a Budimir, como el del día del Granada, es por lo que pagan mucho dinero otros clubes. Pero que Barja esté tranquilo, Oier y Torres le pueden guiar para que sepa que hay un momento en el que se giran las tornas. Y luego está Budimir, que pilla media y mete dos. La del Ciutat de Valencia no era fácil, pero la engatilló como un killer. Bonita pareja.

Con el partido 0-1 y 77 minutos excelsos defensivos, llegó un error grave de Juan Cruz, que se fue donde no debía y regaló un penalti. Que nadie, ni él, rebaje su evolución. En Valencia se equivocó, pero marcha por buen camino. Lento, pero seguro.

Además su error lo enmendó Sergio. Ha tardado poco Sanzol en adaptar a sus porteros a la nueva regla de la línea. Gran mano izquierda y partido sellado. Herrera se hizo con el papel de salvador para que la pareja de baile lo rompiese todo.