- Osasuna afrontó ayer el reto mayúsculo de hacerle un gol al Sevilla y fracasó en el intento. Una misión imposible ante un rival que demostró el porqué de su condición de equipo menos goleado de Primera (con 16 goles encajados en 23 partidos, igual que el Atlético, líder de la Liga), que cuenta además con el Zamora de la competición (Bono ha recibido 13 goles en 20 partidos, lo que arroja un promedio de 0,65 goles por encuentro) y que en El Sadar dejó su portería a cero por quinta jornada consecutiva. Después, le bastó con su pegada en ataque para ganar: Diego Carlos hizo de cabeza el 0-1 al rematar un córner en el corazón del área (m.19) y De Jong firmó el 0-2 al resolver con maestría una contra de Fernando y Munir (m.49).
Pese a todo, Osasuna le puso ganas al asunto, que era de lo que se trataba y, en una puesta en escena repleta de agresividad, firmó un inicio de partido espectacular en el que estuvo a punto de adelantarse. Pero el remate de Oier en el tercer minuto del encuentro se estampó en el poste derecho de la portería defendida por Bono. Fue la única clara ocasión de los rojillos en toda la noche. El capitán encontró un espacio vacío y un excelente centro de Rubén García desde la banda izquierda, pero el balón no quiso entrar. Tal vez habría cambiado el sino del partido de haber acabado la pelota en el fondo de las mallas, pero el Sevilla se desperezó entonces y ganó con solvencia para adelantar al Barça y escalar hasta el tercer puesto. Osasuna cayó, pero como mal menor, mantiene su renta de cuatro puntos con el descenso.
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Pese a la derrota que encajó ayer Osasuna en El Sadar ante el Sevilla (0-2), el conjunto navarro mantiene la distancia de cuatro puntos con la zona de descenso, aunque pierde un puesto (baja del 12º al 13º). El Valencia, que inició la jornada con un punto menos que los rojillos, adelantó al equipo de Arrasate merced a su victoria del sábado ante el Celta en Mestalla (2-0).
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