- Pudo salir un partido distinto si Oier orienta bien el golpeo de cabeza en el minuto 3, en la ocasión más clara de Osasuna. El capitán buscó con decisión el balón servido por Rubén García, ganando el espacio entre la zaga sevillista. Pero la pelota encontró el poste y no la red. El capitán, habituado a marcar casi todas las temporadas (en las siete anteriores solo dejó en blanco la 2016-17), en esta aún no se ha estrenado en la Liga.