- Los duelos entre Osasuna y Sevilla de los últimos años discurren por los cauces más racionales de un partido de fútbol. No hay juego sucio ni patadas alevosas ni tanganas sonrojantes. Ayer, con lo se jugaban ambos contendientes, tampoco hubo faltas feas o entradas con mala intención. Alberola Rojas llevó el partido de forma discreta y sin estridencias. Solo tiró de tarjetas en cuatro ocasiones, dos para cada equipo.