- Osasuna perdió ayer contra el Barcelona en El Sadar (0-2) en un partido en el que mereció mejor suerte, pero en el que las figuras del conjunto catalán marcaron la diferencia. El portero alemán Marc André Ter Stegen, con dos grandes intervenciones, una de ellas todavía con 0-0 en el marcador; y el argentino Leo Messi, con un par de asistencias, la primera de ellas magistral y que sirvió para que Jordi Alba inaugurara el marcador a la media hora de juego.

Apostó Jagoba Arrasate por un planteamiento con un único delantero, pero que resultó más ofensivo de lo que aparentemente podía presagiarse. La estrategia del técnico tuvo su efecto en los primeros minutos del partido, en los que Osasuna generó mucho más peligro que un rival dedicado a contemporizar y a disfrutar de la posesión del balón sin profundizar en exceso. Al éxito del plan del entrenador rojillo también contribuyeron los futbolistas del conjunto navarro, que ejecutaron a la perfección sobre el terreno de juego lo que Arrasate había preparado en la pizarra.

El primer aviso tuvo a Calleri como protagonista en el segundo minuto del encuentro. El argentino robó la pelota en campo propio, levantó la cabeza y, al comprobar que Ter Stegen se encontraba adelantado, probó fortuna con un disparo muy bien dirigido, pero que murió mansamente en las manos del meta alemán. Más esfuerzo le requirió al guardameta del Barcelona el zurdazo desde la frontal del área con el que Kike Barja probó sus reflejos en el minuto 14 del duelo. El cancerbero germano voló literalmente para enviar a córner a mano cambiada un balón que el extremo de Noáin había dirigido hacia la escuadra de la portería culé.

Fue un cuarto de hora después de esta gran ocasión rojilla cuando el Barça se adelantó en el marcador. Lo hizo a la media de hora de juego gracias a una magistral conexión entre Messi y Jordi Alba. En una acción que han protagonizado en multitud de ocasiones desde que son compañeros en el cuadro blaugrana, el argentino desactivó la defensa de Osasuna con una asombrosa asistencia que permitió al lateral presentarse solo ante Sergio Herrera y fusilarle a bocajarro. Poco después se repitió la jugada en el área contraria, pero Rubén García se topó con el cuerpo de Ter Stegen tras un gran control del valenciano y un no menos espectacular cambio de juego de Moncayola.