- Roberto Torres anotó ayer en Vigo su sexto gol de la temporada, registro que le sitúa como el segundo máximo artillero de Osasuna en lo que va de Liga, solo superado por los siete tantos que acumula el croata Ante Budimir y con uno de ventaja con respecto a los cinco que ha hecho hasta la fecha el argentino Jonathan Calleri. La diana le acerca además a su mejor registro goleador en Primera División, que es de siete tantos, los que consiguió en su dos últimas participaciones en la máxima categoría (en las temporadas 2016-2017 y 2019-2020), una marca que ya atisba gracias al VAR, desde donde avisaron al árbitro de una pena máxima por una falta de Iago Aspas al propio Roberto Torres que en primera instancia pasó desapercibida para casi todos.

Para ubicar la acción hay que remontarse hasta el minuto 74 del partido de ayer, con Osasuna cayendo en Vigo por 2-0 y buscando la portería del Celta en su intento de recortar distancias. Fue entonces cuando Aspas y Torres saltaron a por un balón dentro del área, aunque lejos de la portería, un salto en el que el delantero gallego impactó con su brazo en el rostro del futbolista navarro. El árbitro, César Soto Grado, del Comité riojano, no observó infracción alguna y permitió que continuara el juego. Sin embargo, pronto le avisaron desde el VAR, controlado ayer por el colegiado del Comité madrileño Valentín Pizarro Gómez, de que algo había ocurrido.

Como el mensaje que recibió no resultó lo suficientemente convincente como para señalar el penalti de manera inmediata, el trencilla principal decidió revisar la acción personalmente en el monitor situado a pie de campo. Y fueron pocos los segundos y las repeticiones que necesitó para señalar el punto de penalti.

De esta manera, a Osasuna le señalaron una pena máxima a su favor gracias a la actuación del VAR por segunda jornada consecutiva. Ante el Valencia, Torres falló el lanzamiento, pero anotó el 3-1 definitivo desde los once metros después de que el árbitro concediera a los rojillos otro penalti. El canterano tampoco falló ayer, pero su tanto solo sirvió para maquillar la derrota de Osasuna en Vigo (2-1). Porque a los rojillos solo les alcanzó para meter un poco de miedo a un rival que aprovechó mejor sus ocasiones.