Osasuna anunció el pasado miércoles el sistema que empleará para realizar el reparto de entradas mientras el aforo máximo de El Sadar no llegue al 100%, un sistema que ha generado distintas dudas y críticas entre los abonados y aficionados rojillos. El club ya había avanzado en el momento de anunciar la campaña de socios que mientras haya restricciones de aforo el reparto de entradas se hará mediante sorteo previa inscripción de los socios interesados. Ahora ha llegado el momento de conocer los detalles y, como suele decirse, nunca llueve a gusto de todos.

33% de aforo

Aunque no sea algo que dependa exclusivamente del club, el primer punto que ha generado controversia es la circunstancia que genera el resto de problemas: el aforo. El Ministerio de Salud anunció hace unos días que el aforo máximo de los estadios de Primera División durante el mes de agosto, en el que se disputarán las dos primeras jornadas -en el caso de Osasuna, ambos partidos se jugarán en El Sadar-, es del 40%, si bien cada comunidad podría reducirlo. En el caso de Navarra, el Gobierno foral bajó ese porcentaje al 33%, decisión que se tomó tras varias reuniones entre Salud, el Instituto Navarro de Deporte y el propio club.

Un gran número de aficionados osasunistas utilizaron las redes sociales para quejarse sobre esta medida, argumentando que en bares u otros espacios cerrados el aforo máximo permitido es mayor. Indar Gorri fue más allá y comunicó en sus perfiles en las redes sociales que mientras haya aforo reducido en El Sadar no acudirán al estadio. Apuntan que los aficionados son “los únicos damnificados por las medidas”, a lo que añaden que siguen “esperando una voz en alto que diga ‘basta ya, no jugamos sin ellos’”.

Por su parte, el club aclaró que, mientras exista un aforo reducido, los socios podrán solicitar un reembolso por cada partido al que no acudan, siempre que no se hayan inscrito para el sorteo o no hayan sido agraciados -si un socio se inscribe y le toca, no podrá renunciar a la entrada y se considerará que ha asistido aunque no lo haga-.

El problema de los grupos

Pocos aficionados van solos al fútbol, y eso supone un problema importante si únicamente uno de cada tres socios podrá ir al estadio. Es un problema de difícil solución y la que ha encontrado el club pasa, en primer lugar, por realizar un sorteo por sectores y no de manera pura en todo el estadio. Esta medida busca también favorecer que cada socio esté ubicado cerca de su localidad y en el sector del campo por el que ha pagado.

En segundo lugar, y más importante, el sorteo determinará las localidades cuyos ocupantes podrán asistir a los partidos y estas serán correlativas. Del sorteo resultará el número de asiento desde el que empezar a asignar las entradas hasta el tope de aforo permitido de cada sector. Por ejemplo, si el número que sale en el sorteo es el 80 y hay 100 entradas para el sector en cuestión, los agraciados irían del 80 al 179. De esta manera se favorece que los grupos de aficionados -amigos, familias...- que habitualmente vayan juntos al estadio puedan seguir haciéndolo. No es una solución perfecta -el número de asiento con el que se inicia o finaliza el sorteo en cada sector puede partir un grupo-, pero probablemente esta no exista.

En este sentido, el club aclaró que en casos concretos como el de un padre y un hijo que van juntos al estadio, si el hijo resulta agraciado y no el padre -por ser el número de asiento anterior, por ejemplo- se hará una excepción y sí se permitirá renunciar a la entrada.

Entradas intransferibles

El que únicamente pueda utilizar la entrada el titular del abono es otro de los aspectos que más controversia ha generado, y probablemente el punto en el que el club ha dado menos respuestas. En principio es una medida lógica, mientras no puedan asistir todos los socios que así lo deseen no podrán asistir personas que no sean socias. Pero esto plantea varios problemas. En primer lugar, los abonos compartidos -ya sea por amigos o dentro de una familia, por ejemplo por dos padres que se turnan para acompañar a su hijo- no son algo extraño, y por el momento únicamente podrá acudir la persona cuyo nombre aparece en el abono.

En segundo lugar, el club no ha explicado qué ocurre con los abonos cuyo titular es una empresa. De entrar estos en el sorteo, y al no tener como titular a una persona física, cualquiera podría utilizar la entrada, lo que supondría un claro agravio comparativo.

La distancia de seguridad

Varios aficionados se preguntan también si las personas convivientes -padres e hijos, parejas...- podrán sentarse juntas. La respuesta es no. El club argumenta que los asientos que no puedan utilizarse estarán precintados, por lo que habilitar que los grupos convivientes puedan sentarse juntos sin distancia obligaría a cambiar la configuración del estadio en cada partido. Por otro lado, también obligaría al club a comprobar que efectivamente las personas que lo solicitan conviven.

La mayoría de estos problemas se mantendrán hasta que las restricciones de aforo desaparezcan, lo cual no quiere decir que el club no pueda modificar o matizar el sistema de reparto más adelante.